Iberdrola, Endesa y Naturgy trabajan ya en su petición conjunta de prórroga para Almaraz

Badajoz

Las empresas propietarias de la central nuclear de Almaraz (Cáceres) ya trabajan en la "gobernanza" para elevar al Ministerio para la Transición Ecológica una petición conjunta de prórroga para la instalación extremeña, que se mantiene en "óptimas condiciones técnicas", según han informado este martes fuentes de Iberdrola.

Las tres titulares de la planta -Iberdrola, Endesa y Naturgy- han manifestado su disposición a mantener la operación de la planta más allá de los plazos previstos, según las mismas fuentes, una postura que se ha conocido en el marco de la última reunión de la Junta de Administradores de Centrales Nucleares Almaraz-Trillo (CNAT).

Con motivo de esta cita, Iberdrola ha reiterado su compromiso con la extensión de la vida útil de esta central, en la misma línea de las posiciones manifestadas públicamente por Endesa y Naturgy. Esta última compañía ya insistió este mismo lunes en plantear una 'miniprórroga' hasta 2030.

Fuentes del sector consultadas por EFE destacan la importancia de que Iberdrola haya dado este martes un paso adelante y se haya posicionado a favor de una prórroga para Almaraz, de la que es el primer accionista con una participación cercana al 53 %, por delante de Endesa (36 %) y Naturgy (11,3 %).

De hecho, en las últimas semanas, para el mercado ha venido ganando enteros la posibilidad de que fuera Iberdrola, por su peso en el accionariado, la que presentara formalmente una propuesta.

Sin embargo, por el momento, la energética que preside Ignacio Sánchez Galán contempla el cierre de Almaraz en su plan estratégico 2025-2028, cuya actualización presentó el pasado 24 de septiembre en Londres durante su día del inversor o 'Capital Markets Day'.

La solicitud formal para la continuidad de la central está siendo preparada por los socios, que trabajan en los procedimientos de gobernanza para presentarla al Ministerio para la Transición Ecológica, según las citadas fuentes de Iberdrola.

Se trata de un paso previo a la entrega de la documentación técnica al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), encargado de velar por la seguridad y el cumplimiento regulatorio en el sector nuclear español.

Con independencia de que se pida ampliar la vida útil de esta central o no, las empresas han de enviar al CSN antes del 1 de noviembre la documentación que ese organismo tendrá que evaluar de cara al cese del primer reactor de la planta, previsto para el mismo día de 2027.

Desde hace meses, especialmente después del inédito apagón peninsular del pasado 28 de abril, el debate sobre la vida útil de las nucleares se ha intensificado.

Fuentes de Iberdrola reiteran que la energía nuclear "es clave para la seguridad de suministro, la estabilidad de precios y la descarbonización", y se remiten a los trabajos de expertos y a los datos del sector.

En este sentido, prosiguen, aunque representa sólo el 5 % de la potencia instalada, esta tecnología suministra cerca del 20 % de la electricidad en España, "garantizando el abastecimiento de uno de cada cinco hogares".

Iberdrola y Endesa enviaron en junio al Ministerio para la Transición Ecológica una carta sobre la prolongación de varias centrales que ese departamento entendió como una mera declaración de intenciones condicionada a un cambio del marco normativo, y no como una petición formal.

Desde el Gobierno se alegó que la misiva -que no firmaban ni Naturgy ni EDP, las otras dos propietarias de instalaciones nucleares- tampoco cumplía con sus líneas rojas: que haya seguridad para las personas, garantice la seguridad de suministro y no suponga un mayor coste para los ciudadanos.

La seguridad de la central ha sido, precisamente, uno de los temas que se ha abordado en la Junta de Administradores ordinaria de esta mañana, en la que se han analizado las operaciones de la planta, "que mantiene sus instalaciones en óptimas condiciones".