El ámbito de la discapacidad reclama la regulación del asistente personal como apoyo a la vida autónoma

Mérida

Coincidiendo con la celebración del Día Internacional de las personas con Discapacidad miembros de distintas entidades de discapacidad han pasado por los micrófonos de Ser Mérida para, siguiendo con los especiales ciudadanos, reclamar a los partidos políticos mejoras sustanciales con respecto a su ámbito.

En este sentido, desde la entidad que aglutina a la mayor parte de las entidades de discapacidad extremeñas, el CERMI, como desde ONCE y Plena Inclusión, han reclamado la regulación legal de la figura del asistente personal, una persona de apoyo y ayuda eficaz a la hora de que las personas con discapacidad, sea cual sea ésta, puedan hacer una vida independiente, autónoma y plena de derechos.

Esta figura ya está reconocida en la Ley de 39/2006 de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia de España, pero en la región no tiene un marco normativo que regule sus funciones y su relación laboral. Sin embargo desde las propias entidades si se han encargado de iniciar la formación y ya hay personas capacitadas para ejercer esta labor.

Otras demandas

Sería la principal demanda, pero hay otras como la mejora de la accesibilidad universal en todas las localidades extremeñas que son fundamentales para la autonomía de las personas con discapacidad. En este sentido, consideran necesario un plan regional de accesibilidad válido para todos los núcleos urbanos y que además cuente con "un órgano que audite y vigile el cumplimiento de la accesibilidad estándar", explica el gerente de CERMI Extremadura Alfonso Cortés. Para ello no hay nada como tener a estas asociaciones como referentes. "Las personas con discapacidad somos un valor añadido para la sociedad por nuestra experiencia".

Cuando se habla de accesibilidad universal, afirman, se habla de movilidad segura -"semáforos sonoros, plataforma única, pavimentos con 'botones', señalización e iluminación adecuada, no sólo en los centros históricos o urbanos, también en las periferias y extrarradios", explica el director de ONCE en Mérida José Juan Vela- pero además de sistemas de comunicación alternativos y aumentativos como pictogramas, lectura fácil o señales sonoras en edificios públicos y administrativos y más empatía y tiempo para que la persona con discapacidad, sobre todo intelectual pueda atender y entender "lo que le dice un médico, por ejemplo, apunta Daniel cardenal, validador de textos de Plena Inclusión.

Estas cuestiones, junto con medidas destinadas a impulsar el empleo ordinario de las personas con discapacidad o el acceso a la vivienda, son algunas de sus reclamaciones que -señalan- "no son de derechas, ni de izquierdas, ni de centro. Nuestras demandas son de equidad social y de justicia social y eso lo quiere cualquier partido político".