La ausencia de Guardiola, blanco de las críticas en un debate con De Miguel "solvente", Gallardo "noqueado" y Fernández como "el bronco" en el debate de RTVE

Plasencia

La ausencia de la presidenta y candidata del PP, María Guardiola, ha sido una de las cuestiones más llamativas del debate celebrado en RTVE y al que sí han asistido Miguel Ángel Gallardo (PSOE), Óscar Fernández (Vox) e Irene de Miguel (Unidas por Extremadura).

Un debate mucho más ágil y dinámico que el visto en Canal Extremadura, con mayores tiempos, en principio para profundizar en las propuestas y argumentos de esta campaña electoral, y con posibilidad de interrupciones. Ha sido esta posibilidad la que ha aprovechado el candidato de Vox, Óscar Fernández Calle, para tratar de hacerse con el control del debate a fuerza de interrumpir e interpelar agresivamente tanto a Miguel Ángel Gallardo como a Irene de Miguel.

Según el informe elaborado por IA se mencionó a María Guardiola, más de 40 veces, durante la fase de debate y el participante que más interrumpió a sus adversarios fue Óscar Fernández, que además usó un tono violento, sobre todo con Miguel Ángel Gallardo al que echaba en cara el estar procesado judicialmente.

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El debate se ha estructurado en tres bloques en el que pese al cruce de reproches, acusaciones, e incluso declaraciones amenazantes, los candidatos han podido expresar algunas de sus propuestas de cara a la próxima legislatura.

Eso sí, todos los participantes han sido muy críticos con la ausente María Guardiola, a la que no sólo han afeado el que no acudiera al debate, sino también su ausencia en la campaña en los últimos días y su labor tras dos años de gobierno.

Economía e infraestructuras: Almaraz y Tierra de Barros, puntos calientes

Óscar Fernández abrió el primer bloque defendiendo la continuidad de la central nuclear de Almaraz, “la primera industria de Extremadura”, y acusó a PSOE y Unidas por Extremadura de querer “cerrar 4.000 empleos por fanatismo climático”. También reivindicó el regadío de Tierra de Barros y criticó la “asfixia fiscal” a autónomos.

A estas afirmaciones, Miguel Ángel Gallardo replicó con datos de la esfera nacional, defendiendo así la gestión del gobierno liderado por Pedro Sánchez, de la que Extremadura no ha sabido aprovechar por el gobierno popular. Gallardo ha destacado que “España creció un 3,5% en 2024, Extremadura solo un 2,7%. Hemos perdido 7.000 empleos por el fracaso del gobierno PP-Vox”. Prometió un plan de choque industrial, impulso a la gigafactoría y ventanilla única para autónomos. De Miguel denunció el “modelo colonial” energético y la reforma fiscal que “beneficia a grandes fortunas”, proponiendo un parque público de vivienda y control de precios.

Por su parte, Irene de Miguel puso el foco en cambiar el modelo productivo, ya que “Extremadura no puede seguir siendo una tierra saqueada y dependiente de las grandes multinacionales”. Propuso impulsar la industria verde, la innovación y la agricultura familiar, rechazando los fondos de inversión en el campo. Además, defendió la creación de un plan extremeño de innovación, apoyo a la universidad pública y un parque público de vivienda para frenar la especulación. “Hay que dejar atrás el modelo colonial energético y apostar por proyectos que generen riqueza aquí”, subrayó.

Servicios públicos e igualdad: blindaje frente a privatización

Un bloque que se dividió entre los servicios públicos que las fuerzas de izquierda propusieron "blindar" y "recuperar" tras los dos años de gobierno popular.

Gallardo se comprometió a blindar la sanidad pública frente a conciertos privados, reducir listas de espera y destinar el 25% del gasto sanitario a atención primaria. Por su parte, De Miguel reclamó 3.000 millones más para sanidad, gratuidad en comedores escolares y 3.000 plazas públicas de 0 a 3 años.

El candidato de Vox, por el contrario, se mostró a favor de que los jefes de servicio puedan compatibilizar sus funciones en la sanidad privada. Además, Óscar Fernández propuso recortar “gasto político” y eliminar “chiringuitos” reduciendo el número de diputados en la Asamblea de Extremadura a 33, eliminando algunas instituciones regionales y que esos fondos se destinen a sanidad o educación.

En igualdad, Vox cuestionó la educación afectivo-sexual y negó la violencia machista como problema estructural, mientras De Miguel defendió su implantación para prevenir abusos. El tono se tensó con acusaciones de corrupción y casos de acoso interno en partidos desde los casos de acoso y abuso en el PSOE, al último dimitido de Vox por ello, o el caso de Iñigo Errejón.

Pactos y gobernabilidad: dos bloques enfrentados

El último de los bloques ha versado sobre el futuro tras el 21 D. Un futuro en el que el candidato del PSOE ha tendido la mano a Irene de Miguel para que conformen un bloque progresista para “blindar sanidad, educación y dependencia”. La respuesta de la candidata de Unidas fue que pacto con el PSOE sí pero que Gallardo "debe dar un paso a un lado", advirtió que el PSOE debe “hacer una reflexión profunda” tras el 21-D.

Por su parte el candidato de Vox insistió en que “solo hay un camino para el cambio: votar a Vox”, y acusó a ambos rivales de “corrupción y despilfarro” y a María Guardiola de "traicionar" el deseo de cambio que los extremeños expresaron en 2023.

Minuto de oro

En el minuto sin interrupciones para dirigirse directamente al electorado, Miguel Ángel Gallardo inició su intervención con una reflexión personal:“He sido alcalde de Villanueva de la Serena durante 21 años. Si me presento es porque creo en el servicio público”. Gallardo planteó la disyuntiva entre “quienes quieren romper la democracia” y “quienes quieren proteger la sanidad, la educación, la dependencia y dar esperanza a los jóvenes”.Pidió el voto para el PSOE “para que la mentira y la difamación no triunfen” y para que “la esperanza en la política sea una realidad”.

Por su parte, el candidato de Vox centró su mensaje en la ruptura con el modelo actual: “Extremadura merece mucho más. Basta de elegir entre la mafia del PSOE y la estafa del PP”. Fernández pidió el voto para su partido como “única alternativa para defender el campo, Almaraz y que el dinero vaya a sanidad y educación”. También apeló a quienes están indecisos: “Si quieres cambiar el camino de Extremadura, si quieres votar sentido común, el único camino es Vox”.

Por último, la candidata de Unidas por Extremadura pidió prestado el voto para lanzar un mensaje de ilusión y compromiso, “me voy a dejar la piel por cambiar esta tierra y hacer que sea una tierra con igualdad de oportunidades, que avance, que acoja y que cuide”. Pidió el voto para “una fuerza progresista, feminista, sin casos de corrupción, luchadora y comprometida”, asegurando que el 21-D es la oportunidad para “echar a las derechas en las urnas” y “levantar un proyecto que da esperanza y futuro”.