Las Hurdes, el verde de Extremadura
Hoy descubrimos la esencia de Casares de las Hurdes y Nuñomoral

Meandro del Melero, en Las Hurdes. / dgmsgallery

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Reportaje: Las Hurdes, el verde de Extremadura.
Nuñomoral
Nos adentramos en Las Hurdes, una de las zonas más recónditas y verdes de Extremadura, donde las carreteras sinuosas y las cuestas empinadas marcan el ritmo del viaje. En Casares de Hurdes descubrimos calles silenciosas y curiosidades que sorprenden: un campanario separado de su iglesia, chimeneas que aún se encienden dentro de los bares y una vida cotidiana que parece anclada en tiempos pasados. La tranquilidad es palpable, y la ausencia de cobertura nos recuerda que este territorio vive a su propio ritmo, alejado del ruido del mundo moderno.
Luego bajamos a Nuñomoral, donde nos recibió el mercadillo del miércoles, auténtico centro de la vida social hurdana. Allí vimos tradiciones que resisten: hombres cortándose el pelo en la calle, vecinos que bajan al pueblo de al lado a hacer sus compras y el río susurrando a cada paso. Las Hurdes son un lugar donde la vida sigue siendo sencilla y auténtica, donde la calma se siente y donde cada detalle nos habla de un territorio que, pese a los años, sigue manteniendo su esencia.




