Talayuela: El "oro rojo" que sembró una convivencia inquebrantable
En el corazón del Campo Arañuelo hoy florece un modelo social único

Plaza de la iglesia de San Martín / Red Nacional de Pueblos Acogedores

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Reportaje: Talayuela, el "oro rojo" que sembró una convivencia inquebrantable
Talayuela
Hubo un tiempo en que Talayuela era sinónimo de prosperidad agrícola infinita. Los secaderos de tabaco y las tierras de pimiento atrajeron durante décadas a miles de manos trabajadoras, especialmente del Magreb, transformando este rincón de Cáceres en un hervidero de actividad. Pero hoy, cuando el trabajo en el campo ya no es el motor que solía ser, queda en pie lo más valioso: su gente.
En este reportaje nos adentramos en una localidad que ha sabido esquivar la crispación actual para dar una lección de normalidad. A través de familias mixtas y generaciones de hijos y nietos de origen marroquí que ya se sienten tan extremeños como el que más, descubrimos por qué Talayuela es un caso inusual en los tiempos que corren.
Hablamos con sus vecinos sobre esa naturalidad con la que comparten la vida, el comercio y el futuro. Porque mientras en el resto del mundo la inmigración se debate entre muros y prejuicios, en Talayuela se sabe —con el orgullo de quien lo vive a diario— que la verdadera riqueza nunca estuvo en el suelo, sino en la capacidad de convivir.




