Paramos, entre la nueva normalidad y el daño irreparable
La mayor parte de los vecinos afectados por la trágica explosión hace cuatro años residen en sus casas rehabilitadas y siguen esperando a que se haga justicia
Entrevista a Salvador García, presidente de la Asociación de Afectados de Paramos-Guillarei
Tui
La zona cero de la tragedia de Paramos en Tui luce un aspecto renovado prácticamente en su totalidad cuatro años después de que fuese arrasada tras el estallido de los más 2.000 kilos de material explosivo que se encontraban almacenados de forma ilegal.
De las 30 viviendas que quedaron destrozadas, 21 ya están construidas y solo falta por levantar una, la del único damnificado de primera vivienda que se quedó sin ayudas para su reconstrucción y que está a la espera de la licencia urbanística por parte del Concello de Tui. Las ocho restantes quedarán sin construirse por decisión de sus propietarios. También sigue pendiente de licencia la reconstrucción del centro de la asociación de fieles de la Juventud Unida, que se quiere convertir en una residencia de la tercera edad. Lo material se ha podido recuperar, pero no las dos vidas humanas de Abdelkhadek y Zhour, que fallecieron en el acto, dejando a dos niños huérfanos que en la actualidad residen en Francia. Por la memoria del matrimonio de Hailas se hará a las 20:30 horas de este lunes un acto de recuerdo en el parque 23 de mayo.
El daño psicológico de los vecinos afectados no ha desaparecido, sobre todo por el dolor que les supone encontrarse por el barrio con Francisco González Lameiro, el dueño del almacén pirotécnico ilegal de Paramos y que se encuentra en libertad a la espera de juicio, ya que la causa todavía sigue en fase de instrucción. El presunto culpable de la tragedia se enfrenta a dos posibles delitos de homicidio imprudente y varios de lesiones imprudentes, riesgo catastrófico y daños imprudentes. Los damnificados consideran que su entrada en prisión sería como un alivio moral, aunque saben que seguramente estaría muy poco tiempo en la cárcel.