Un inspector de Adif culpa al maquinista: "Es como ir por la autopista con los ojos tapados"

Santiago de Compostela

El juicio por al accidente del Alvia en Angrois siguió con la declaración de otro técnico del Adif, el inspector de seguridad en la zona Nororeste. Carlos Ayuso dejó dos ideas claras. Por un lado, defendió la seguridad de la vía y la correcta señalización, y por otro, responsabilizó al maquinista por haberse despistado y circular mucho más rápido de lo permitido en la curva da Grandeira.

En este sentido, Ayuso puso el foco en la llamada y en su duración. Aseguró que era "inimaginable" pensar en una distracción de 100 segundos como la que precedió al accidente, y agregó que "es como ir por la autopista con los ojos tapados durante más de un minuto". En este sentido, responsabilizó al maquinista por no haber visto las señales, suficientes a su juicio, y por haber perdido la referencia.

De hecho, insistió en que ni siquiera con las balizas que se instalaron después del accidente en la curva da Grandeira, ni con el sistema ERTMS funcionando, se hubiera evitado el accidente. Esta versión contradice lo que han ido diciendo otros testigos y expertos durante las semanas previas. Ayuso admitió que no conocía en detalle el funcionamiento de este sistema de seguridad, pero en sus reiteradas críticas al papel del maquinista expuso que "se saltó todas las señales" y que por tanto "una más" no hubiera supuesto ningún cambio.

Ayuso, que hacía inspecciones en cabina del trayecto, comentó que nadie le transmitió qu ela vía tuviese carencias, y aseguró que no era conocedor de esa carta que Mazaira, el jefe de maquinistas, había enviado a sus superiores alertando del peligro de la curva. También declaró que evaluar el factor humano no era cuestión de su competencia, sino que era responsabilidad de Renfe.