Sociedad

Problemas auditivos a edades cada vez más tempranas por el exceso de ruidos: los 50 son los nuevos 70

Los núcleos urbanos conviven con ruidos variados que afectan al día a día de la ciudadanía y que ponen en riesgo su salud

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A Coruña

Conocemos por contaminación acústica la presencia en el ambiente de ruido o vibraciones que impliquen molestia, riesgo o daño para el bienestar de las personas. La OMS considera que los niveles de ruido son demasiado elevados cuando pasan de 65 decibelios durante el día y 55 por la noche aunque recomienda una exposición menor. Pero, ¿cómo de expuestos estamos a la contaminación sonora día a día?

Las ciudades son epicentros de generación de ruido y los ciudadanos lejos de cuidarse se han acostumbrado a elevar el tono de voz. La Agencia Europea de Medio Ambiente situaba a A Coruña como una de las ciudades más afectadas por la contaminación acústica del tráfico rodado de España. Un atasco, obras en nuestro barrio, una terraza próxima... son muchas las combinaciones que pueden perjudicar a nuestro oído. A partir de los 80 decibelios el ruido puede suponer lesiones auditivas.

Acciones del día a día pueden sumar grandes decibelios; el ladrido de un perro puede llegar a los 35; el barullo de un bar suma 60db; una manifestación alcanza los 80; un atasco, 100db; también un partido en Riazor.

Convivimos constantemente con el ruido. Por ello cada Ayuntamiento cuenta con un mapa para medirlo -siempre que superen los 100.000 habitantes-. A Coruña, por ejemplo, registraba la madrugada de este viernes en la calle del Orzán una media de 60 decibelios. La exposición continua a estos ruidos puede suponer problemas de salud y provocar pérdidas importantes de audición -hipoacusia-. Juan Carlos Vázquez Barros, jefe del servicio de otorrinolaringología del hospital Materno, ha apreciado en los últimos años un aumento de las lesiones auditivas. Antes comenzábamos a perder capacidad auditiva a los 65-70. Ahora los primeros síntomas se aprecian a los 50 años.

El estrés, la dificultad para conciliar el sueño o el cansancio son algunos de los daños físicos y anímicos que puede causar una exposición prolongada al ruido. La recomendación es evitar estas situaciones y apostar por hábitos saludables como la correcta regulación de, por ejemplo, los cascos al escuchar música.

La regulación urbanística recoge estas cuestiones para evitar que los edificios y hogares se vean afectados por la contaminación de la calle. María Jesús Dios, profesora de la Escuela Técnica de Arquitectura recomienda apostar por el aislamiento y el acondicionamiento acústico en nuestro hogares.

El ruido es un factor fundamental en las ciudades. La cultura, también influye. España es uno de los países que presenta mayores niveles de ruido. Una situación que poco a poco se refleja en los problemas de audición. La responsabilidad de las administraciones y la propia son los factores fundamentales para sortear sus daños.

 
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