¿Hay torrijas mejores que las de tu madre?
Estilo tradicional, afrancesado o con chocolate, este dulce típico de Semana Santa se ha convertido en el postre estrella de muchos chefs
¿Hay torrijas mejores que las de tu madre?
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Lugo
Ya nada queda por inventar. Ni con las torrijas ya se puede innovar porque se ha hecho de todo. Este postre tan típico de Semana Santa se ha convertido en un habitual en las cartas dulces de los restaurantes y hasta con ella han arriesgado chefs tan reconocidos como Dabiz Muñoz.
Leche frita cántabra, las monas de pascua catalanas, el bollo asturiano, la colomba italiana, el gañote gaditano, la koulourakia griega,... la variedad de dulces tradicionales por estas fechas es infinita pero, ¿quién no conoce las torrijas? Todo el mundo conoce este delicioso manjar cuya receta ha ido pasado de generación en generación.
¿Tradición o innovación?
En los últimos años, la receta tradicional de la torrija ha sufrido múltiples variaciones. Desde el clásico empape en leche hasta la mezcla con chocolate, caramelo, helado o miel.
Aunque está claro que como las torrijas 'de mi madre' no saben otras, lo cierto es que las torrijas afrancesadas, con pan brioche como materia prima, hacen saltar las lágrimas hasta de los más recelosos.
El cocinero lucense, Alejandro Méndez, desde el restaurante Os Cachivaches, nos asegura que su torrija de pan brioche es "el postre estrella de la carta". Acaban de renovar su presencia en la Guía Michelín y el chef nos ha confesado que fue el plato por el que más felicitaciones recibieron.
Méndez tampoco pretende desprestigiar a la torrija "de siempre". Un dulce que asegura "está buenísimo, pero que lo veo más para una merienda, para comer en casa, calentita, que para ofrecer en un restaurante".
Luisa, que regenta el establecimiento 'El bar de Luisa' ubicado en el barrio de A Residencia, tiene como acompañamiento estrella de sus cafés matutinos la torrija tradicional.
Durante todo el año. Cada mañana prepara una tanda de medio centenar de estos deliciosos dulces y los regala con cada café que pone.
Para esta lucense "las tradicionales son mucho mejores que las de pan brioche porque son dulces, pero no tanto". Recuerda a todo aventurero que se disponga a estrenarse en la elaboración de este plato que "el pan tiene que ser del día anterior para así que no se deshaga tanto cuando lo hechas a freír", indica.
Historia de una buena torrija
La torrija lleva siglos siendo parte de nosotros. Ya por el siglo XV Juan del Encina, un poeta, músico y autor teatral del Prerrenacimiento español en la época de los Reyes Católicos, escribió: "Miel y muchos huevos para hacer torrejas", donde se citó por primera vez.
Al parecer, hacía en referencia a un plato indicado para la recuperación de las que por aquella época acababan de dar a luz. Sin embargo, las primeras recetas como tal se remontan a las publicadas en el 'Libro de Cozina de Domingo Hernández de Maceras (1607) y 'Arte de cozina, pastelería, vizcochería y conservería de Francisco Martínez Motiño' (1611).
Hubo que esperar al comienzo del siglo XX para verla convertida en una habitual en las tabernas madrileñas, servidas siempre como acompañantes de unos vasos de vino.
Lo cierto es que el torrija se comía en todas las épocas del año y no solo durante la Semana Santa. Pero este periodo se incrementaba su consumo por la necesidad de aprovechar todo alimento que no fuese carne. En la Cuaresma había que buscar un alimento que llenase el estómago, pero que no violase las creencias, y así se encontró en las torrijas el aliado idóneo con el que matar el hambre.
Sara Meijide
Redactora de Radio Lugo