La lingüista forense ratifica que el exnovio de Déborah pudo "faltar a la verdad"
Sheila Queralt prestó declaración el viernes 21 ante la jueza por videoconferencia
La lingüista forense Sheila Queralt ha prestado declaración este viernes 21 por videoconferencia ante la jueza de instrucción 2 de Tui que investiga la desaparición y muerte de Déborah Fernández-Cervera, y se ha ratificado en el informe que elaboró a petición de la familia de la joven, en el que señala que el único investigado en esta causa, Pablo P.S.L., exnovio de Déborah pudo "faltar a la verdad" en su declaración como investigado, en la que se declaró inocente.
En su declaración como perito, Queralt ha explicado que su informe no es concluyente porque la lingüística forense no es una ciencia exacta, aunque sí puede aportar ciertos indicios. Con todo, ha aconsejado que se haga una pericia de lenguaje no verbal por parte de perfiladores criminalísticos expertos, con los que cuentan la Policía Nacional y la Guardia Civil.
Según explicó en su día Sheila Queralt, en esta disciplina forense se analizan diversos parámetros y aspectos del lenguaje y la producción verbal. Por ejemplo, el tipo de palabras que se utilizan, como se pronuncian, como se estructuran las frases, si hay interferencias de otras lenguas, las respuestas a preguntas, etc.
En el caso de la declaración de Pablo P.S.L., se han estudiado el tipo de preguntas y las respuestas dadas, para analizar si aparecen "ciertos rasgos" que, tal y como se ha reflejado en estudios científicos previos, denotan que una persona está "faltando a la verdad". "Nosotros no podemos decir rotundamente si una persona está mintiendo, pero sí detectar esos rasgos indicativos que apuntan que podría estar faltando a la verdad", ha matizado.
Al respecto de las manifestaciones del exnovio de Déborah, esta experta ha señalado que su análisis pone de manifiesto la presencia de esos rasgos (repeticiones, evasivas, uso de palabras absolutas como 'nunca', 'jamás' o 'nadie'), que indicarían un "intento de ocultar la verdad". Esas señales han sido detectadas en aspectos concretos de su declaración, como aquellos referidos a la finalización de su relación de pareja con la víctima; en su explicación de por qué llegó tarde a un partido de fútbol el día que la joven desapareció; o cuando es preguntado directamente si le hizo daño a Déborah o si la mató.