El Deportivo destituye a Óscar Cano y espera ya a Rubén de la Barrera
La intención es que el coruñés dirija al equipo desde este miércoles
A Coruña
El Deportivo ha anunciado la destitución de Óscar Cano tras la debacle de ayer en Linares. Los malos resultados de los blanquiazules, descolgados de la lucha por el ascenso directo en el tramo decisivo, e incapaces de ganar más de un partido a domicilio en todo 2023 han pasado factura al técnico nazarí. El divorcio total con la grada y la sensación de que el míster había agotado sus recursos para revertir la situación, han sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia del Consejo de Administración. Con Cano se marcha también Elías Martí, su segundo.
El club negocia desde primera hora de la tarde en el retorno de Rubén de la Barrera. El técnico coruñés nunca ha ocultado su deseo de volver a la que fue su casa pero no a cualquier precio. Las partes buscan un acuerdo sobre la duración de un contrato que bajo ningún concepto el entrenador desea que se limite solo a lo que resta de temporada. Además también hay aspectos en el aire como el equipo de trabajo que tendría a su disposición el nuevo entrenador. La intención del Deportivo es que Rubén de la Barrera tome las riendas del equipo en el entrenamiento del miércoles.
Segunda etapa
De confirmarse la llegada de Rubén de la Barrera, abriría su segunda etapa en el banquillo blanquiazul. El herculino ya dirigió al Dépor en la entre enero y mayo de 2021. Sustituyó a Fernando Vázquez en el banquillo y afrontó una temporada complicada con un formato de competición novedoso donde el equipo coqueteó con otro descenso añadido. Al finalizar la temporada y en plena negociación de su renovación, las conversaciones se rompieron por unas supuestas conversaciones con Las Palmas. En aquella ocasión el presidente del Deportivo, Antonio Couceiro, justificaba la ruptura de las conversaciones en que el club "no quiso ser segundo plato".
Ascenso con el Albacete
Tras salir del Deportivo, recaló en el banquillo del Albacete, equipo con el que, tras una campaña convulsa, consiguió el ascenso a Segunda División venciendo en Riazor al Deportivo en la final del play off. Durante la celebración de aquel ascenso, De la Barrera mostró su respeto por el que considera "el equipo de su vida" evitando exteriorizar en exceso la alegría por conseguir el objetivo. "Estoy tremendamente feliz por el Albacete y tremendamente triste por el Deportivo" confesaba en la sala de prensa. Quizás el destino le permita ahora devolverle al Deportivo lo que el año pasado se vio obligado a quitarle.