Ocio y cultura

¿Cómo saber si estás ante un buen café?: los tres sencillos pasos para descubrirlo

Ni saben igual ni tienen el mismo grado de cafeína, descubrimos los secretos que alberga la tercera bebida más consumida del mundo

¿Sabes diferenciar un buen café?

Lugo

El café es la tercera bebida más consumida en el mundo, pero... ¿sabemos realmente tomarla? La respuesta es que no. Y es que pese a que su consumo está muy extendido, las prisas nos impiden buscar y hacer el café ideal. El experto en infusiones, Pablo Diez del Corral, explica que hacer un buen café "no tiene mucha ciencia", el problema reside en la materia prima. "Lo primero de todo es optar por el grano porque si ya empezamos comprando el café molido no vamos por el buen camino", advierte.

El café molido, por muy hermético que pueda llegar a ser el paquete en el que nos lo vendan, acaba perdiendo aroma. Se oxigena demasiado, por lo tanto se oxida, y las propiedades se van debilitando con el paso del tiempo. "No puede estar meses olvidado en la despensa y menos el molido. Si compramos el grano y lo molemos nosotros también hay que buscar la mejor manera de conservarlo".

No puede estar en la nevera

Optar por frascos o botes de metal, herméticos, sería la mejor manera de mantener como necesitan nuestros granos molidos. Evitando que se oxide o se humedezca. "Ojo con meterlo en la nevera porque ya lo he visto, ahí se va a mojar y el café tiene que mantenerse en un lugar seco", recuerda.

La forma del grano también importa. "No es muy complicado entender cuál es el grano bueno y el grano no tan bueno. Si vemos que están enteros, perfecto. Ahora, si están rotos o con mordisquitos, seguramente de bichos... ese no es tu café", dice entre risas.

Después, miraremos el reverso del paquete. El lugar de origen es fundamental para que nuestro café sea de calidad. "Siempre tiene que poner el lugar de procedencia. Si no lo pone: desconfía. No te va a matar, pero no será ni de Colombia, ni de Brasil ni tampoco de Uganda, de donde realmente se exporta el mejor café".

Si ya tenemos nuestro paquete de café en grano, con su lugar de origen conocido, lo siguiente es fijarnos en la variedad. "Lo normal es que sea 100% arábigo. Este será un café de mucha mejor calidad, con menos cafeína y menos indigesto".

En el caso de que no apareciese la variedad de manera explícita "estaríamos ante una clase llamada robusta. Va a ser más pesado, va a estar más quemado, será más amargo, pero eso si, chute total de cafeína", detalla Diez del Corral.

En los paquetes de café encontramos falsos amigos vinculados al marketing que pueden llevarnos a hacernos ideas equivocadas. "Hemos de buscar un tueste medio. Todo aquello que nos diga intensidad máxima, tueste alto, intensidad 10... lo que nos dicen es, en otras palabras: lo he quemado para que no notes que es una basura".

No lo tomes con hielo

Al igual que sucede con todas las infusiones, el café también tiene propiedades beneficiosas para nuestra salud. Es rico en antioxidantes, activa la mente, puede incluso ayudar a combatir enfermedades como al alzhéimer... pero todo esto se elimina de un plumazo en cuanto enfriamos la bebida.

Diez del Corral nos explica que "las propiedades si no se toman en caliente, no estarán presentes en la bebida. Entonces ¿es malo tomar café con hielo? no, claro que no. Pero solo te va a refrescar. No vayamos buscando que repercuta a nivel salud, porque no será así".

El café, al igual que el agua y los tés son una muy buena opción para mantenernos hidratados en verano. Tomarnos algo en una terraza al sol y no ingerir cantidades innecesarias de kilocalorías vacías, pero "debemos ser conscientes de que no hay magia en ellos y que reducimos sus poderes en un vaso con hielo".

Sara Meijide

Redactora de Radio Lugo