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La presidenta de las mariscadoras de Arcade teme que se pierda la campaña de Navidad

"Igual para nosotros la campaña de Navidad ya está perdida", indica Rita Míguez

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La mortandad del marisco se extiende por las rías gallegas tras un mes de tormentas y aperturas de presas que provocan un aumento de agua dulce. El fondo de la ría de Vigo, que comprende Arcade, Redondela y Vilaboa, teme perder la campaña de Navidad de este año.

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Así lo señala la presidenta de las mariscadoras de Arcade, Rita Míguez, que constata que a raíz de las lluvias constantes de estos últimos días, en la ría "había muchísima mercancía muerta". "Nunca habíamos visto la comida del berberecho y de la almeja flotando por el agua", lamenta.

Así, se decidió "no tocar" para "a ver si la almeja que está medio tocada recupera" con unos días de calor, pero "probabas el agua y la podías beber tranquilamente" de lo dulce que está. El martes también se observó en O Cunchido, que comparten con mariscadoras de Vilaboa, "almeja toda muerta".

Ahora los biólogos realizan informes en Arcade y Vilaboa sobre la mortandad para "pedir el cese por fuerza mayor", y es que se "necesita esa parada". "Si removemos, lo poco que hay vamos a acabar matándolo", opina Míguez.

"Igual la campaña de Navidad está ya perdida"

Por ello, prevé que la parada se prolongue más allá de este mes: "Igual para nosotros la campaña de Navidad ya está perdida". "La almeja está tocada, no muere de golpe, se debilita con el agua dulce y la que no muere rápido lo hará más tarde", explica. Son cerca de 80 mariscadoras afectadas en Arcade, que está justo en la desembocadura del río Verdugo y es la que "más sufre el impacto de agua dulce".

"Llevamos cuatro o cinco años detectando que la ría no produce como antes, sembramos y la siembra no viene para arriba, los desoves tampoco, no sabemos si por el cambio climático o el sustrato, que a veces ahora no es el adecuado por arrastres y agua del río", cuenta. Pero ahora el exceso de agua dulce provoca una muerte que "da ganas de llorar". Pone sobre la mesa también la posibilidad de que científicos y Universidade investiguen sobre la posibilidad de que haya una almeja más resistente al agua dulce. "El futuro lo tenemos complicado", sentencia Rita Míguez.

Furtivos en Redondela y Vilaboa

La presidenta de las mariscadoras de Redondela, Ana Belén Sotelino, apunta que aquí "es lo mismo" que en el resto del fondo de la ría de Vigo. Se han hecho muestreos esta semana y "es increíble, hay mortandad de todo". "Hasta tenemos una zona que está llena de longueirón todo podrido", relata.

"Nosotros ya venimos de un cese porque no teníamos recurso y ahora te juntas con esto y dices: madre mía", afirma. Pero además, denuncian la presencia de furtivos: "Llevamos toda la semana haciendo vigilancias y los vimos, estamos encontrando sacos. ¿Cómo se puede vender almeja que está abierta, podrida y que huele mal?", se pregunta.

Sobre la posibilidad de cese, recuerda que "hay compañeras que no tienen derecho a nada" al haber consumido el paro. Demanda ayudas de la Xunta y "esperar a ver cómo va la situación". Todo este mes ha habido viento del sur que "mete las aguas calientes e impide que el recurso se alimente, se entierre y que esté bien, estresándolo". Se espera que la semana que viene entre viento del norte que "trae afloramiento a la ensenada de San Simón al traer agua fría".

Sotelino llama la atención sobre la "locura" de lo que ocurre con el berberecho, "que ya está perdido". "Este año parecía que había un montón y que iba a salir hacia adelante y se recuperaba de la 'marteilia', pero está todo muerto", dice.

La campaña de Navidad "está bastante complicada", resume para las tres cofradías del fondo de la ría, "pero es algo generalizado porque las compañeras de Pontevedra y Arousa están igual". La presidenta de las mariscadoras también pide que se vigile "cómo se abren las presas", "que se abren con pleamar".

Este jueves se están realizando muestreos para saber el alcance. Cuestionada sobre si prevén poder trabajar para la campaña de Navidad, responde: "No sabemos, no puedo decir ni sí ni no". "Sería mejor trabajar, pero si lo tocamos es peor", expresa.