Bastante más que un equipo de fútbol

A Coruña

En 2017 el Deportivo, presidido por Tino Fernández, ponía a andar un proyecto pionero. Diecisiete de los equipos que formaban parte de la LFP arrancaban LaLiga Genuine, una competición en la que los resultados eran lo menos importante. Chicos y chicas con diversos grados de discapacidad competirían representando a los equipos de los eran aficionados. El objetivo no era otro que normalizar la práctica del fútbol para personas con discapacidad e integrar social y deportivamente al colectivo. Este fin de semana A Coruña será sede de la segunda fase de LaLiga Genuine, un torneo que agrupa ya a más de 40 equipos.

Sasha es una de las tres chicas que forma parte del Deportivo Genuine. La suya es una discapacidad oculta: no muestra rasgos físicos y a simple vista pasa totalmente desapercibida. Pero el "síndrome de alcohol fetal" le provoca una barrera a la hora de desarrollar sus habilidades sociales y su interrelación con otras personas. En Rusia, su país de origen, es una dolencia habitual en bebés de adopción debido al consumo de alcohol durante el embarazo. Su probelma no es algo que se le haya esocindido en el ámbito familiar. "Tenía que saber qué le pasaba porque ella no comprendia porque era diferente". explica su madre, Sonia Romero, en Coruña Deportiva.

El fútbol y el proyecto del Deportivo Genuine han cambiado la vida de Sasha de manera radical. Los problemas para expresar sus sentimientos desaparecieron al poco de llegar al equipo. "El segundo día ya no paraba de contar todo lo que había sucedido en el entrenamiento... como si de repente se hubiesen desbloqueado todos los puntos posibles. Cada vez que va a entrenar es como si se oxigenase" cuenta Sonia.

Pero las dificultades de Sasha iban más allá. Los obstáculos a la hora de entablar relación con otras personas convertían cada salida del hogar en un problema. La casa, un auténtico refugio donde sentirse protegida, era también el lugar del que no deseaba despegarse bajo ningún concepto. "El primer año de Genuine, la llamaron para ir a la sede de Tarragona... ¡¡y quiso ir!!" Y es que Sasha había encontrado un grupo que le ofrecía seguridad y protección fuera de las cuatro paredes. "Se encontraba a gusto con los compañeros. Se quieren, se protegen... Ella dice que se entienden bien entre ellos" explica Sonia Romero.

Tras descubrir el poder del grupo y disfrutar del sentido de pertenencia al mismo, paulatinamente Sasha ha ido ganando en autonomía. "Mi hija ha ganado más independencia en dos años que en los cuatro anteriores. Y sobre todo ha ganado confianza en sí misma. Ahora cree en ella, antes no, no se creía capaz de hacer las cosas". Una evolución que ha provocado un vuelco en las expectativas vitales de Sasha. "Mi hija tiene ahora 21 años. Hace dos pensaba que iba a vivir siempre conmigo. Ahora sé que va a ser totalmente independiente. Ahora coge un bus, va a estudiar a la Zapateira, se mueve por todas partes... Ha sido un cambio radical. Ha perdido el miedo a muchas cosas y ha ganado confianza en sí misma". Sonia Romero, como madre, empieza a cambiar los miedos ante un futuro incierto por la ilusión de ver a su hija integrándose en una sociedad que no siempre ha sido acogedora. Tras largos años de pelea por conseguir un futuro estable para su hija, ahora llega el momento de disfrutar de la recompensa."Ver a mi hija tan contenta cuando llega de entrenar... a mi me ha dado felicidad" confiesa.

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Este fin de semana llega el momento de competir. En las vísperas se notan bastantes nervios, Sasha "no para de hablar" sobre los partidos que afontará el Dépor. "Saben que tienen que ser una buena representación (del club), deben ser educados... sus entrenadores se lo inculcan constantemente". Pero además, quieren mostrar también quiénes son con el balón en los pies. "Quieren ganar pero sobre todo quieren jugar cada vez mejor. Ganar pero sin rivalidades, disfrutan el deporte". Las familias, volcadas totalmente con el proyecto, esperan también la cita con ilusión. Y también con la emoción de comprobar sobre el verde todos esos pequeños triunfos que, gracias al fútbol, se han convertido en enormes conquistas. En las gradas de A Coruña, con más motivo que nunca, este fin de semana se escuchará a padres y madres presumiendo de hijo o hija. Una sensación de orgullo que ya sale sin que haya comenzado a rodar el balón. "Estoy encantada de que me hayais llamado por ser la mamá de Sasha, no por ser Sonia Romero".