De Burela al África subsahariana para hacer cirugías solidarias

Lugo

Una anestesista, una enfermera y dos cirujanos viajaron desde el Hospital de Burela hasta Libera, país con una de las rentas per cápita más bajas de todo el mundo, para realizar el mayor número de cirugías posibles en una semana. Es una campaña organizada por la ONG Cirujanos en Acción y coordinada por el doctor Antonio Satorras, para el que es ya el cuarto viaje solidario al continente africano.

El equipo de voluntarios viaja en su tiempo libre y paga de su bolsillo el billete de avión, para pasarse siete días trabajando sin parar. "Operamos de sol a sol, doce horas diarias, a una media de 24 personas al día", cuenta Satorras, que apunta que en total ayudaron a 175 pacientes, "algunos con dobles e incluso triples patologías", así que en total fueron 255 intervenciones en una semana.

"El objetivo", explica, "no es hacer grandes cirugías o intervenciones muy complejas, sino llevar a cabo las máximas posibles para mejorar la calidad de vida de un mayor número de personas". Se trata además de operaciones "sencillas, que podrían ser rutinarias", sobre todo porque no pueden correr el riesgo de que "surjan complicaciones importantes que pongan en riesgo la vida del paciente, sin recursos para enfrentarlas, porque tanto los materiales como los medios humanos son escasísimos".

Por eso lo que este equipo de sanitarios trató fueron esencialmente hernias o grandes tumoraciones, que en todo el continente africano son "muy frecuentes", y que pueden resultar invalidantes en territorios sin recursos como Liberia. "Allí tenemos gente joven con linfomas en su mayor parte benignos, pero de gran tamaño, o hernias muy desarrolladas que disminuyen su capacidad física y les impiden incluso trabajar", explica Satorras, que añade además que, por ejemplo en el caso de las hernias, si se da una estrangulación, "podría significar incluso una amenaza vital".

Hospitales sin médicos

Lo más curioso del viaje de este grupo de Cirujanos en Acción a Liberia es el espacio en el que trabajaron. Se trata de un hospital construido a través de una donación de los Emiratos Árabes. Antonio Satorras lo describe como "un edificio de nueva construcción, de unos dos años, y bien dotado". El problema, apunta, es que "allí carecen de médicos y de personal sanitario en general", asó que cuentan con buenas instalaciones, pero sin personal que pueda darles uso y sin material.

"Es un hospital en medio de la nada que tiene hasta una máquina para hacer TACS que nunca se ha puesto en marcha, porque no hay nadie que sepa usarla", explica el cirujano. También destaca las tres salas de operaciones con las que cuenta, que ofrecen buenas condiciones, pero que resultan inútiles por momentos porque "no hay electricidad en algunas partes del día".

"Incluso en estas campañas", continúa Satorras, "el personal con el que contamos es voluntario y voluntarioso, pero con poca formación". A esto hay que añadirle otra de las dificultades con las que se encuentran, que es la ausencia de medicamentos. La falta de recursos de la población les impide acceder incluso a los antiinflamatorios básicos para el postoperatorio. Por eso los sanitarios que viajaron a Libera se llevaron con ellos todo el material necesario para las intervenciones, incluso las gasas y el hilo, en este caso donados por el Hospital de Burela.

El que va una vez, vuelve

Antonio Satorras reconoce que la experiencia es agotadora, pero a nivel personal muy satisfactoria. Sobre los motivos que le han llevado a dedicar parte de sus vacaciones a esto dice que "no sabría definirlos con exactitud", pero que en todo caso pasan por "una vocación de servicio" que cree que todos los sanitarios comparten.

"Las motivaciones de cada uno pueden ser diferentes", apunta, pero de lo que todos son conscientes es de que "cuando vas a una campaña de estas lo haces intentando ayudar donde sabes que no hay otra cosa, que si no lo haces tú, o un organismo como Cirujanos en Acción, no lo va a hacer nadie".

Lo que le aporta a nivel personal es la satisfacción de poder ayudar a los demás: "Siempre te devuelve algo muy enriquecedor, porque los que han ido una vez siempre regresan". Satorras asegura que muchos compañeros le cuentan que siempre han querido hacerlo, pero nunca han conseguido dar el paso. El les anima a probar, porque una vez lo viven, asegura, querrán hacerlo de nuevo.