La familia real belga recorre el camino francés, pero no son los únicos famosos con ampollas en los pies

Sarria

La presencia de la familia real belga, que está realizando el Camino Francés a Santiago de Compostela, en Sarria (Lugo) ha pasado desapercibida para buena parte de la población, dado que su visita es de “forma muy discreta”, según explicó el alcalde de esta localidad lucense, Claudio Garrido.

El regidor local reconoció que, si uno se fija, en el entorno del lugar donde están hospedados “se nota”, pero también aseguró que tanto los reyes, Felipe y Matilda, como su hija “son muy discretos”.

“Me contaba la Policía Local que iban por la calle como si fuesen ciudadanos normales”, explica Garrido. De hecho, aclaró que la presencia de la familia real belga “no tuvo más repercusión” en la localidad que el propio “efecto mediático”.

“Lo han llevado de forma muy discreta, muy bien”, insistió. Aunque sin duda hay un equipo de seguridad que se ocupa de vigilar sus movimientos, el alcalde precisó que utilizan “coches camuflados” y que, realmente, “no se ven fuerzas de seguridad” a mayores en la localidad.

Garrido precisó que ya “es la segunda o la tercera vez que vienen”, porque el año pasado, “que pasaron por el Bierzo, también estuvieron aquí”.

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El alcalde destacó la importancia de esta visita, porque “es una promoción para el Camino de Santiago muy importante”.

Famosos con ampollas

El presidente de la Federación de Amigos del Camino, Ángel Trabada, asegura que es raro el año que por la Ruta Xacobea no se pasa alguna cara conocida. Han sido tantos que ya se pierde la cuenta. Desde la familia real española, hasta futbolistas como Ronaldo o artistas que buscan en los cientos de kilómetros a recorrer la inspiración de sus obras.

Un ejemplo de inspiración, pero poco planificada, fue la de Paulo Coelho. El escritor debió pensar que caminar y caminar no iba a costar tanto. Quiso vivir el camino desde dentro para así basar en una experiencia propia su libro "el peregrino de Compostela", pero no llegó a meta. Se enfundó su traje de peregrino y comenzó en Saint Jean Pied de Porto y, 613 km después, en O Cebreiro, tiró la toalla. Dijo que ya le había llegado de inspiración, que con lo vivido tenía material de sobra para ponerse manos a la obra.

Trabada reconoce que "esa ruta es preciosa, pero excesivamente dura. Yo no la recomendaría. Claro para escribir un libro muy bien, pero para hacer creo que hay otras rutas menos rompe piernas", dice entre risas.

Martin Sheen, Juan Pablo II, Bisbal o Tita Cervera. La cantidad de personalidades que peregrinan a Santiago es innumerable. Ahora se suman los influencers o creadores de contenido que paradójicamente buscan desconectar, pero lo relatan todo en sus historias de Instagram. También los políticos encuentran en los caminos que guía la flecha amarilla un buen lugar para desconectar y no sabemos si reconectar.

Trabada recuerda como el propio Almeida, alcalde de Madrid, estuvo hace pocos años haciendo la etapa de Castro Verde. "Dijo que escaparse de la rutina, caminar libre sin guardaespaldas, seguridad, cámaras y demás le vendría muy bien. Supongo que lo haría, aunque cansar se cansó porque teníamos reserva hecha en un restaurante y nada más terminaos la etapa ni comer ni nada. Al descansar que no podía más", cuenta.

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