Diez kilómetros de tapeo en A Fonsagrada
La localidad lucense se convierte en la capital gastronómica con su XI concurso de Tapas
Una de las tapas de la VIII edición. Fotografía: M. Neira
Lugo
A Fonsagrada se va de tapas. Diez kilómetros son los que separan el Mesón 'Catro Ventos' de 'O Piñeiral', los dos restaurantes que no están situados en el núcleo urbano. Diez mil metros en los que, estos días, las curvas y los paisajes montañosos se hacen más amenos acompañados por el XI Concurso de Tapas.
Hasta el próximo sábado 29 de junio, de 20h a 23h, A Fonsagrada se convierte en la capital gastronómica de la montaña lucense. 11 son los establecimientos que intentarán hacernos la boca agua con sus tapas de presentación: Mesón 'Catro Ventos', 'Pulpería O Candal', 'On My Way', café bar 'Club', 'Demetrio', el restaurante 'Cantábrico', 'Onde Luis', cafetería 'Lúa', 'O Atallo', 'O Piñeiral' y el bar de la comisión de fiestas de A Fonsagrada.
El objetivo es incentivar el buen hacer culinario de los cocineros locales. Un trabajo que no es una tarea fácil y que empieza de un año para otro, aunque se va intensificando conforme se acerca la gran semana. “En mi caso, empiezas a tener ideas de un año para otro, pero lo intenso llega dos o tres meses antes del inicio del certamen cuando ya tienes una idea fija y hay que hacer pruebas para ver si sale como se tenía planteado”, señala Ian Fernández, del bar O Atallo.
Por si fuera poca la presión y el estrés que se vive en las cocinas fonsagradinas los días previos, Ian tiene otra exigencia a mayores: es el único bar que ofrece una tapa dulce. “Nosotros todos los años hacemos una tapa así, la única que se hace en el concurso. Este año es una torrija con un helado de avellanas y con un merengue de té chai”. Por ello, todo debe estar en orden para marcar la diferencia tanto con el resto de los participantes como con ellos mismos año tras año.
No es para menos intentar que todo esté perfecto y en su sitio. No son pocos los premios que están en juego: los hosteleros ganadores reciben el galardón a mejor presentación y/o mejor sabor. La decisión final es de los asistentes. Ellos son los que deciden quién gana esta edición del certamen.
Para votar es necesario haber visitado ocho de los once establecimientos participantes, siendo obligatoria la consumición de la tapa del bar de la comisión de fiestas. Los asistentes que completen todos los sellos de los bares entran en un sorteo en el que pueden conseguir dos cestas de productos locales y un vale de 250 euros para gastar en el comercio local.
Gastronomía y paisajes naturales
El concurso de tapas es una buena oportunidad de dar a conocer la calidad gastronómica fonsagradina, a la vez que permite a nuevos viajeros enamorarse de los fascinantes paisajes naturales como la Seimeira de Vilagocende. “No va a ser solo comer y beber, queremos que también vengan a conocer lo que tenemos por aquí”, señala el concejal de Turismo, Ricardo Parada.
La gastronomía y el turismo, dos mundos que cada vez van más de la mano. La excusa perfecta para dinamizar la economía del municipio al tiempo que las calles se llenan de vida, alegría y buenos momentos que compartir como previa a la llegada del mes de julio.
