Asalto al castillo de San Paio de Narla para rememorar la Revuelta Irmandiña

Friol

El Museo Fortaleza de San Paio de Narla vuelve al pasado. En el siglo XV, en plena revolución del campesinado gallego, este castillo fue reducido a escombros por los irmandiños, como respuesta a la opresión señorial, obligando a los señores feudales que residían en él a tener que marcharse.

Más de 500 años después, el castillo será atacado por segunda vez. En pleno 2024 cambiamos los irmandiños por unos niños que tienen muchas ganas de rememorar y conocer la historia friolesa.

Paloma Lugilde, encargada de las actividades culturales del Campus Terra y una de las organizadoras de esta actividad, cuenta que durante dos días los niños de la escuela ‘Ánimo con el teatro’ vivirán en primera persona la historia del museo y, por ende, de la fortaleza, desde un punto de vista "social, más ameno, donde los niños puedan humanizar el museo”.

Para transmitir al público los conocimientos sobre un tema en específico es necesario documentarse previamente del mismo. Por ello, los alumnos de la escuela de teatro han podido disfrutar de una experiencia única y personal. Una oportunidad de observar el museo con “los ojos cerrados” para extraer textos, atmósferas y acciones para ser conscientes de la historia desde la experiencia y las sensaciones que les transmite la fortaleza. Esta iniciativa innovadora y experimental pretende contar la misma historia pero siguiendo nuevos caminos de aprendizaje.

La agrupación teatral ya han dormido en el propio castillo de San Paio de Narla. Vivirán una experiencia completa para rememorar una fecha histórica mientras disfrutan de una actividad lúdica.

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Un museo con mucha historia

El Museo Fortaleza de San Paio de Narla se convirtió en un lugar histórico y etnográfico en 1983. Pero su historia se remonta al siglo XV, cuando todavía era un castillo y no un museo.

Con la unión dinástica entre los reinos de Castilla y León en el 1230, Galicia pasó a ser una región dependiente de la corona de Castilla. La nobleza cometía una serie de abusos que iban desde el patrocinio del bandolerismo hasta el incremento desorbitado de la presión fiscal.

Ante estos abusos señoriales, se llevaron a cabo varias revueltas campesinas. En Galicia se crearon as Irmandades, para defenderse del abuso nobiliario. Sus miembros fueron denominados irmandiños, pero pese a la uniformidad de colectivo, lo cierto es que el grupo era completamente heretogéneo: campesinos, artesanos, miembros del bajo clero y de la baja nobleza.

¿Y qué hicieron? Se alzaron contra los hidalgos, destruyendo castillos y fortalezas, obligando a huir a los principales señores feudales como ocurrió en Friol.

Y 500 años después, la historia se volverá a repetir. Esta vez con más literatura que veracidad, disfrutando de una actividad lúdica para ser conscientes de la situación social actual. Para las impulsoras de esta actividad la importancia reside en enseñar a los más jóvenes " la necesidad de ser activos contra las injusticias sociales y que los museos pueden jugar una carta muy importante en estas luchas". Porque quien no conoce su historia está condenado a repetirla.