En servicio la PO-330, entre Pereiró y Valadares, tras las obras de mejora en seguridad vial y accesibilidad peatonal
Una de las principales actuaciones fue en el cruce de A Garrida, tramo de gran concentración de accidentes
Vigo
Tras 18 meses de trabajos, han finalizado las obras de humanización y mejora de la carretera autonómica PO-330 que parte desde Vigo hasta el polígono de A Pasaxe en Vincios. Unas obras altamente demandadas por los vecinos y comerciantes de Pereiró y Valadares para revitalizar la zona pero también y para conseguir una mayor seguridad vial, tanto para vehículos como para peatones.
Han sido un total de nueve actuaciones, en las que destacan la urbanización de los 450 metros de la carretera de Pereiró y donde se han incrementado las plazas de aparcamiento, la renovación los servicios de redes pluviales y alumbrado y la canalización del cableado de telefonía.
"Ha sido una actuación atrevida por parte de la administración gallega que ha permitido, con la expropiación correspondiente, la alineación de edificaciones que mejora, claramente, el tránsito de peatones", señalaba la conselleira de Vivenda e Planificación de Infraestruturas, María Martínez Allegue, que visitaba este martes junto a la delegada territorial de la Xunta en Vigo, Ana Ortiz, los trabajos de humanización y mejora acometidos.
Otras intervenciones destacadas fueron la habilitación de dos glorietas en la parroquia de Valadares para calmar el tráfico y mejorar la seguridad. Una, en el alto de la Garrida, da acceso a los polígonos industriales (Valadares y A Pasaxe), al mirador del Monte Alba y al viario que va a la Universidad, al Hospital y al Parque Tecnológico, y próxima a la AG-57. Y la segunda permite ya mejorar el acceso al pabellón y a la piscina municipal. " Este era un cruce muy conflictivo, con gran cantidad de tráfico pesado, en el que siempre teníamos muchos problemas de accidentabilidad", explica Miguel A. Juanatey, jefe del Servicio Provincial de Infraestructuras. "Desde que hemos hecho la glorieta no tenemos conocimiento, salvo un accidente por despiste, de que haya habido grandes problemas de percances", apunta.
Se intervino también en un trecho de 900 metros que había sido identificado como Tramo de Concentración de Accidentes, con la creación de un carril central de espera para resolver de forma segura el acceso al colegio Andersen.
El presupuesto de la obra, contando expropiaciones, servicios afectados y la propia ejecución asciende a 1,8 millones de euros.