Pan regio y sabroso: Neda festeja su gran fortuna gastronómica
La Festa do Pan se celebra desde la mañana en el paseo de Xuvia
Neda
La historia del pan de Neda traza un sendero desde el monarca Felipe II hasta su pujante momento actual, con un sabor y una calidad que beben de la tradición y que tienen que agradecer al agua del río Belelle.
La real villa, al fondo de la ría de Ferrol, vive su día grande cada primer domingo de septiembre, cuando las panaderías que mantienen vivo el legado se dan la mano para exhibir su sabroso producto, uno de los más afamados del norte de Galicia y habitual en las cestas de la compra de toda la comarca ferrolana.
Treinta y cuatro ediciones después, el evento se ha visto respaldado por la meteorología, que ha permitido la afluencia a los puestos de los establecimientos, ubicados en el paseo de Xuvia, desde primera hora de la mañana.
Un pasacalles y el consolidado concurso de empanadas han alfombrado el camino para el pregón, que ha corrido a cargo de una vecina de Neda, la vicerrectora del campus universitario de Ferrol, Ana Ares.
La música y las actividades infantiles proseguirán durante la tarde, que comienza con la habitual comida popular, a base de pan y empanada, cómo no, pero también de langostinos, jamón asado, bebida, dulce y café, todo por 22 euros.
Las panaderías Germán, Modesto Hermida, La Gallega, Santa Rita y Packy tienen sus propias paradas en la fiesta, mientras que otras dos, J. Castro Hermanos y Viuda de A. Romero, colaboran aunque carezcan de puesto.
Al mismo tiempo, el entorno de Xuvia dispone este domingo de un mercado de artesanía, con una treintena de vendedores y rincones solidarios a cargo de entidades de la zona.
La Diputación de A Coruña y la Xunta de Galicia respaldan este festejo, de interés turístico autonómico y que, en realidad, ya comenzó este sábado con una ruta por la Fervenza del Belelle, una espectacular cascada erigida en uno de los grandes reclamos naturales del municipio.
Ese río está detrás de los secretos del gran producto local, un cauce a cuyo alrededor nacieron molinos de harina, una central hidroeléctrica que abasteció a la Armada en Ferrol o la antigua fábrica de tejidos del cercano pazo de Isabel II.
Mientras, el festival Noite de Bolos, en la noche del sábado al domingo, dio voz a formaciones musicales de la comarca en el marco de la programación desplegada por el Ayuntamiento de Neda, de unos 4.900 habitantes.
El pan adquirió vigor en este rincón de Ferrolterra desde la Edad Media, con los primeros molinos, y vivió su despegue gracias a Felipe II, que abrió allí las fábricas que nutrían de alimento a su base de la Marina en la ciudad naval.
La pureza de las aguas ejerció como gran aliada para que el pueblo llegase a presumir de ser el epicentro de las labores en torno al trigo en Galicia, un lugar en el que su harina blanca, su inconfundible miga y su corteza a modo de escudo hacen las veces de pasaporte con el que seguir atrayendo a los paladares más exquisitos.
Raúl Salgado
Redactor de Radio Ferrol Cadena SER, nos escuchamos...