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Grietas en las paredes, humedades y plagas de insectos y roedores: así comenzarán las clases los alumnos del CEIP Altamar en Vigo

El ANPA del centro escolar lleva más de un año denunciando la situación y el mal estado de las instalaciones

Deficiencias en CEIP Altamar en Vigo

Vigo

El ANPA del colegio público Altamar de Vigo denuncia graves desperfectos en las instalaciones del centro. Desde hace un año y medio, centenares de alumnos estudian entre grietas, humedades, elementos oxidados y plagas de insectos. Los padres temen por la seguridad de los niños.

Nada más entrar por la puerta principal del Altamar lo percibimos. Es el fuerte olor a humedad que invade las estancias y que aflora en las paredes del comedor, en las diferentes aulas y en las salas de dirección. "Es una habitación en la que el techo está abombado, lleno de humedades en el que hasta están creciendo como esporas", detalla Mónica Maneiro, miembro de la asociación de padres y madres del colegio Altamar.

Un centro ubicado pared con pared con la residencia Altamar, y al tener un patio de unos 200 metros cuadrados, los alumnos de Primaria suelen utilizar las instalaciones del pabellón contiguo de As Travesas para realizar las clases de Educación Física y pasar allí algunos recreos. En este CEIP, al igual que en todos los centros educativos gallegos, el próximo miércoles 11 de septiembre algo más de 160 niñas y niños comenzarán el nuevo curso escolar. Y como lo finalizaron el pasado año, este lo retomarán también en medio de grietas visibles en el exterior e interior de la infraestructura, entre escaleras oxidadas y con la presencia habitual de cucarachas en las aulas.

"Es estar pensando que nuestros hijos están en el cole y que puede pasar algo, que les caiga un cascote o que reviente una tubería", comenta preocupada Mónica que, además de miembro del ANPA, es madre de un alumno que continúa este curso sus estudios en el centro.

Tras más de un año de protestas denunciando ante las administraciones competentes estos desperfectos, desde la comunidad educativa se sienten abandonados. "Tanto la Xunta como el Concello son conscientes de lo que está pasando en el colegio Altamar. Cada vez que tenemos un reunión, vienen, toman nota y tienen un dossier con todas las fotografías que muestran los desperfectos y problemas que tenemos. Pero seguimos parados, sin una solución", afirma resignada.

Buscan solamente que se tomen medidas para garantizar la seguridad de los menores y que el centro funcione. Ante la pasividad de las administraciones llevarán a cabo una acción en las jornadas posteriores al primer día de curso escolar. Los menores entrarán en el colegio con un casco de protección, similar a los que utilizan los operarios en un obra en construcción, para denunciar la falta de seguridad que tiene los niños y niñas del colegio Altamar cuando acuden a las aulas.