Siete establecimientos lucenses brillan en la Guía Repsol
Los 'Soletes con Solera' 2024 iluminan la provincia para premiar lo auténtico de nuestra hostelería
Los 'Soletes' de Lugo
Lugo
Negocios clásicos, bares de toda la vida, restaurantes familiares o cafeterías de especialidad que miran al futuro sin soltar de la mano al pasado. Es la autenticidad, la calidad y la cercanía con los clientes lo que tienen en común todos estos establecimientos, y son precisamente estos puntos de unión los que premia la Guía Repsol otorgando la distinción 'Solete con Solera'.
En la presente edición, la de 2024, siete establecimientos de toda la provincia de Lugo se han convertido en 'Soletes'. Tres de ellos están en la montaña lucense. Se trata de la casa rural 'As Triegas', en Folgoso do Courel; el restaurante 'Villacol', en Cervantes; y el 'Cantábrico' en A Fonsagrada.
Lugo ciudad, por su parte, se hace un hueco con el 'Mazo de Santa Comba', situado a las afueras de la urbe. La comarca de A Mariña se lleva los últimos tres, a saber 'Delicias Roasters', una cafetería de Ribadeo; la confitería 'La Alianza', de Mondoñedo; y 'A Taberna de Montse', en Riotorto.
Algunos de ellos son locales que llevan varias generaciones sirviendo comidas. Es el caso de 'A Taberna de Montse', que empezó siendo la de sus abuelos: "Hai taberna dende fai 70 ou 80 anos", explica la dueña, la propia Montse Castiñeiras. Eso sí, los platos comenzaron a darse cuando ella tomó las riendas, en el cambio de siglo. Entre sus especialidades, por supuesto, las recetas de cuchara.
Pero no todo son restaurantes, ni mucho menos. Entre los 'Soletes' lucenses se cuelan una casa rural, una cafetería de especialidad y una confitería. 'La Alianza' nació en Mondoñedo en torno a 1890, si bien ha pertenecido a una misma familia desde 1955: la de su actual propietario, Guillermo Redondas. Él se enteró de la noticia por los medios de comunicación. Sorprendido a la vez que complacido, agradece el reconocimiento: "Sabemos que a hostelaría é un pouco dura pero o contraposto son os agarimos dos veciños e dos clientes", confiesa.
En la misma línea que Redondas habla Enrique Reigosa, el propietario del 'Mazo de Santa Comba'. "Sempre é unha alegría", admite el hostelero con respecto a la distinción de la Guía Repsol. Y es que, como todos en el sector, vive día a día las complicaciones del mismo. Reigosa considera que este reconocimiento se une a las palabras de agradecimiento que en ocasiones cosecha de los comensales: "Recompénsache o traballo", señala.