La ola buena del Celta

Vigo

Claudio Giráldez cumplía esta semana un año desde su llegada al banquillo celeste. Fue una gran oportunidad para él pero una misión compleja por cómo había dejado el barco entre las piedras el señor de la maratón. Y Claudio aceptó el reto complejo y lograba salvar al equipo. Comenzaba su etapa al frente del primer equipo con una victoria a domicilio en Sevilla (1-2) y comenzaba las celebraciones de su aniversario al frente del Celta con otra victoria a domicilio. Rompía así una racha que duraba desde el 5 de octubre cuando el Celta lograba vencer fuera de casa contra Las Palmas. Lo hacía por la mínima pero con la heroicidad de defender esa renta con solamente 9 jugadores. Y es que el Celta de Claudio Giráldez mantiene un sobresaliente rendimiento como local aprovechando el efecto Balaídos, pero si le estaba costando puntuar fuera de casa. Desde su llegada, esta actual racha es la única en la que ha sumado en más de un desplazamiento seguido.

La temporada pasada, el Celta de Claudio ganó en Sevilla en su debut. Después llegaron las derrotas en Villamarín (2-1), Mendizorroza (3-0) y Metropolitano (1-0). Ganó en Granada en un partido vital en la penúltima jornada para sellar su permanencia en Primera. Esta temporada, el Celta comenzó con tres derrotas seguidas encajando muchos goles: 4-3 en Villarreal, 3-2 en Pamplona y 3-1 en San Mamés. Después llegó la victoria en Las Palmas (0-1), la dura derrota de Butarque (3-0), el buen empate en el Villamarín (2-2) y las derrotas en Cornellá (3-1), Pizjuán (1-0) y Vallecas (2-1). La racha celeste fuera de casa no tenía demasiados buenos números hasta que los de Giráldez se subieron a la ola buena., Ola buena en casa y, sobre todo, fuera de Balaídos.

El Celta fue capaz también de entender que un punto fuera es un buen resultado y más si eres capaz de sacar adelante los de casa. En las últimas 5 salidas, los de Giráldez han puntuado en 4 y solamente perdieron por la mínima en Mestalla. Seguramente tampoco ese partido lo merecieron perder pero la puntería de Javi Guerra mató al Celta. Los celestes lograron un buen empate en Mendizorroza en un partido que sirvió para neutralizar al Alavés, ganarle el goal-average particular y mantener un colchón considerable de puntos con el descenso.

Después de perder en Valencia, el Celta alcanza su mejor racha de la era Giráldez puntuando en tres salidas seguidas. Y no era nada sencillo el objetivo. Visitaba el Metropolitano con un Atlético que llevaba 30 de 36 puntos como local. Los de Giráldez empataron 1-1 en un partido que iban ganando hasta el 83. Después llegó la complicada visita a Montilivi ante otro equipo de Champions. El Celta empató 2-2 en un partido que también iba ganando en el minuto 82 hasta que empató Herrera en un córner. Y después de 5 meses sin ganar fuera, lo conseguía nuevamente en Pucela. Lo hacía además dejando la portería a cero. Las dos victorias del Celta como visitante han llegado por el mismo resultado: 0-1. El gol de penalti de Marcos Alonso le daban la victoria a un Celta que suma esa buena racha fuera de Balaídos con esos tres triunfos seguidos como local (Betis, Osasuna y Leganés). La ola buena del Celta le ha hecho dormir en puestos que, casi con toda seguridad, darán acceso a Europa. La ola buena es de 14 de los últimos 18 puntos disputados. La ola buena nos deja también la mejor racha como visitante en toda la era Giráldez.

Ahora tocará hacer cuentas. Por Balaídos pasarán Las Palmas, Espanyol, Villarreal, Sevilla y Rayo Vallecano. Lejos de casa habrá que visitar Son Moix, Montjuic, Bernabéu, Reale Arena y Getafe. La ola buena catapulta al Celta a un estado de ánimo de absoluta tranquilidad. Los de Giráldez tienen 39 puntos. El año pasado el Celta sumó 41 en toda la temporada.

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