Rueda demanda que el atún quede excluido del acuerdo comercial entre la Unión Europea y Tailandia para reducir “el gran impacto” que tendría en la industria conservera gallega

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, destacó hoy la importancia de que el atún quede excluido del tratado comercial que la Unión Europea está negociando con Tailandia para reducir “el gran impacto” que podría tener en la industria conservera gallega, “un sector estratégico” en la economía de la comunidad.

Durante un encuentro con la junta directiva de Anfaco-Cecopesca, en el que estuvo acompañado del conselleiro del Mar, Alfonso Villares, el presidente autonómico trasladó la entidad el compromiso del Ejecutivo gallego “en hacer todo el posible” para proteger los intereses de un sector que “es el más potente de España y de Europa”.

En esta línea, recordó que la industria pesquera de Tailandia y la UE no trabajan en igualdad de condiciones por lo que apuestan por en el permitir la libre exportación de atún desde el país asiático cara Europa.

Por otro lado, las centrales sindicales inmersas en el conflicto de Atunlo creen todavía posible, a pesar del proceso de liquidación en el que ha entrado la firma, una salida viable para las dos plantas que tiene en el Salnés, la de O Grove, prácticamente sin actividad, y Fricam en Cambados, con más de 160 puestos de trabajo en juego entre ambas, la gran mayoría en esta última.

La desconfianza de los acreedores ha terminado por cerrar la posibilidad de reflotar la empresa y la aboca a la liquidación y por lo tanto su desaparición. Prácticamente nadie se ha fiado del plan de viabilidad presentado por la empresa presentando unos márgenes de negocio que la administración concursal no considera justificados, por lo que la propuesta de convenio presentada no recibió el aval de la mayoría de los acreedores. Se ha quedado a las puertas de conseguir la adhesión a los créditos para afrontar los 120 millones de euros de deuda, pero finalmente los bancos le han dado la espalda.

Así las cosas, las centrales sindicales con representación en el comité de empresa se lamentan de este final que algunos esperaban evitar y ahora se centrarán en intentar que alguien adquiera las fábricas del Salnés porque “a nivel industrial con un caramelo”, según Miguel María, portavoz de Comisiones Obreras.