El maridaje perfecto del verano: Abadía de San Campio y los tesoros marinos de las Rías Baixas
El Albariño estrella de las bodegas Terras Gauda se corona como el mejor compañero para los mariscos gallegos

Abadía de San Campio 2024 Bodega Terras Gauda, ilustrada por Javier Mariscal

Con la llegada del verano, las mesas gallegas se visten de gala para recibir los sabores frescos del mar. Un protagonista indiscutible de esta temporada es el Abadía de San Campio 2024, un Albariño de Rías Baixas que se presenta no solo con una nueva imagen, gracias al arte de Javier Mariscal, sino también como el maridaje ideal para los pescados y mariscos del sur de Galicia.
Este vino, proveniente de viñedos de gran altitud, destaca por su frescura y potencia aromática. Sus notas de melocotón, albaricoque y cítricos maduros, junto a una acidez vibrante, lo convierten en el compañero perfecto para realzar los sabores sutiles y salinos de los productos marinos de la región.
Un festín de sabores en cada copa
Los expertos coinciden en que la armonía entre este vino y los mariscos es simplemente espectacular. La frescura del Abadía de San Campio es capaz de equilibrar la intensidad de unas ostras, la carnosidad de unas vieiras o el sabor delicado de unas almejas de Carril. Su acidez y su final largo y persistente limpian el paladar, preparándolo para el siguiente bocado y haciendo de la experiencia algo memorable.
Pero el maridaje no se limita solo a los mariscos. Este Albariño también se luce con los pescados blancos más icónicos de las costas gallegas. Un rodaballo a la plancha o una lubina al horno encuentran en este vino un aliado que no enmascara su sabor, sino que lo complementa y eleva. La textura cremosa del vino, producto de una añada de maduración excelente, se funde a la perfección con la delicadeza de la carne del pescado.
Un vino para descubrir Galicia
La recomendación es clara: servir el Abadía de San Campio a una temperatura de entre 10ºC y 12ºC. De esta manera, el vino expresa toda su complejidad aromática y gustativa, permitiendo que cada sorbo sea un viaje a las rías gallegas.
Este vino no es solo una bebida; es una invitación a descubrir la riqueza gastronómica de Galicia a través de una copa. La nueva imagen de Mariscal es solo un anticipo de la calidad y el sabor que se encuentran dentro de la botella.




