Diez años ignorando la ciencia: Ingenieros de la Politécnica de Lugo propusieron 100 medidas contra incendios que el Parlamento gallego desoyó

Lugo

Acordarse de Santa Bárbara cuando truena no vale de nada. Esa es la idea con la que la directora de la EPSE, Rosa Romero, se queda ante la oleada de incendios que recorren nuestra comunidad autónoma. "Falta un plan integral que te permita realmente anticiparte a estos fuegos. Los técnicos saben qué hay que hacer, se tiene claro", pero su sensación es que no se les escucha.

Romero recuerda que en el 2016, tras la catástrofe que se saldó con más de 20.000 hectáreas calcinadas, "varios ingenieros de Lugo, de la Politécnica, presentaron en el Parlamento de Galicia una batería de más de cien propuestas para prevenir incendios y ahí se quedaron. No se hizo nada", lamenta.

La directora de la EPSE reclama la puesta en valor de los "especialistas y sus estudios que nos evidencia que hay especies forestales que por su composición oleosa son pura gasolina". Romero incide en la necesidad de atender al territorio durante todo el año, de hablar de una organización en "mosaico" y mantener ciertas especies alejadas de las casas.

Y es que en esta nueva oleada de incendios las imágenes nos devuelven una llamas que devoran más que el monte: las casas, los animales y los coches. En resumen, las vidas de los pueblos.

El éxodo rural también quema

El rural pierde gente. Y cuando pierde gente pierde personas que cuidan, miman y se preocupan por sus tierras. En Galicia cada vez es más frecuente ver como hay fincas que desbordan maleza, descuidadas y que se convierten en un campo de minas.

Lo que antes era el sustento económico y vital de una familia ya no lo es. Y lo que había antes no va a volver. Para Romero "que la mayor parte del terreno forestal de Galicia esté en manos privada, en vez de como hace 30 o 40 años que los ganaderos y vecinos cuidaban ese entorno porque era su medio vital, lo convierte en factor de riesgo".