El pan que sedujo a Felipe II: fiesta en Neda, la villa con más miga
La Festa do Pan alcanza su edición número 35
Ada Romero ha leído el pregón de la Festa do Pan (foto: Concello de Neda)
Ferrol
Cumple 35 ediciones la Festa do Pan de Neda, que este domingo se ha levantado dispuesta a persistir en su homenaje anual al producto que impulsó Felipe II, pero que hunde sus raíces en sus molinos.
Han sido, desde la Edad Media, los laboratorios artífices de una miga y una corteza inconfundibles. A la orilla de la ría, el evento, de interés turístico gallego, ha sacado al paseo nedense las delicias que cada mañana despachan sus hornos.
No solo el pan, también empanadas y dulces que siguen situando al municipio en el mapa de la excelencia gastronómica gallega. Cuatro de esas panaderías toman parte activa en la cita, pero otras tres ayudan también a que las actividades sean posibles.
Siempre, eso sí, con la coraza del Concello para que la venta de los protagonistas de la mesa más apetitosa y la apertura de su mercado de artesanía hayan tenido lugar a primera hora de la mañana.
La periodista Ada Romero, nacida en Neda y voz de la emisora ferrolana de COPE, ha leído el pregón al arrancar la tarde, cuando la fiesta coge ritmo y se encamina a su propuesta central, una comida popular a base de pan, empanada, paella, churrasco, bebida, dulce y café.
Música, cabezudos y concurso de empanadas han servido para descorchar la cita durante la mañana, pero habrá cuerda para rato, ya que, hasta que irrumpa la noche, se repetirán propuestas lúdicas o un taller infantil de elaboración de pan.
Pese a ser un municipio pequeño, el consistorio ha logrado desplegar un completo calendario de actividades en los últimos años, con las que se alarga el festejo durante varios días, caso de la Noite de Bolos, certamen musical que sirve de prólogo al evento.
El agua del cercano río Belelle, que reina en su espectacular Fervenza, cascada que es una de las grandes postales de la villa, tiene uno de los secretos capitales del pan de Neda.
Tiene renombre en toda Galicia y es reclamo diario para la ciudadanía de toda la comarca de Ferrol. Como cada primer domingo de septiembre, entre bocado y bocado, se aplaude a un producto indispensable cuando la Corona alumbró la gran base de la Armada en la ciudad ferrolana.
Felipe II fijó su lupa en ese punto de la geografía para alzar fábricas para suministrar de víveres a sus dotaciones. Aguas de extrema pureza, harina blanca y miga y corteza no comparables le otorgaron un merecido sello de distinción, realzado con las mencionadas Casas Reales.
Se convirtieron en factorías para despacho de bizcochos y grandes hornos para la Marina de Guerra, un legado en el que ahonda este encuentro popular que sigue soplando velas.

Raúl Salgado
Redactor de Radio Ferrol Cadena SER, nos escuchamos en Hoy por Hoy y SER Deportivos




