Ana Marcos: “Muchas mujeres dicen ‘a mí no me ha pasado nada’ porque cuesta reconocerse como víctima sexual”
Ana Marcos presenta en A Coruña “A mí no me ha pasado nada”, una obra sobre la violencia sexual y su normalización
Ana Marcos, escritora de 'A mí no me ha pasado nada' y periodista de El País
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A Coruña
La librería Moito Conto acoge este jueves, a partir de las 19:00 horas, la presentación del libro “A mí no me ha pasado nada. ¿Por qué normalizamos la violencia sexual contra las mujeres?”, escrito por la periodista Ana Marcos. La autora recoge en esta obra sus reflexiones y aprendizajes tras un intenso trabajo de investigación periodística publicado en El País sobre casos de acoso y abusos en el mundo del cine en España.
El origen: los premios Feroz de 2023
La investigación se remonta a enero de 2023, cuando Marcos recibió el aviso de que durante la fiesta posterior a los Premios Feroz se habían producido episodios de acoso. Un productor acosó a varias personas y sólo la actriz Jedet decidió denunciarlo públicamente.
Ese episodio fue la chispa que llevó a Ana Marcos y a sus compañeros Gregorio Belinchón y Elena Reina a profundizar en los rumores que circulaban desde hacía tiempo en el sector audiovisual. Tras un año de trabajo, publicaron dos reportajes en los que seis mujeres denunciaban al cineasta Carlos Vermut por violencia sexual.
Miedo, silencio y dificultad para reconocer la violencia
La periodista explica que desde 2017, tras el estallido del movimiento MeToo, muchas redacciones españolas intentaron abordar casos de abusos en el cine. Sin embargo, el miedo y el silencio de las víctimas impedían avanzar.
El título del libro, “A mí no me ha pasado nada”, refleja precisamente esa dificultad para identificar y reconocer la violencia sexual. “Es una frase que he escuchado muchas veces en estos dos años de investigación. Muchas mujeres no quieren reconocerse como víctimas porque es muy duro, y porque la sociedad a menudo cuestiona y minimiza lo sucedido”, señala Marcos.
El papel del periodismo con empatía
Durante el proceso, la autora subraya que el periodismo debía ejercerse con empatía y respeto, lejos de la frialdad de una entrevista convencional. Muchas mujeres fueron tomando conciencia de sus experiencias a lo largo de las conversaciones, en un proceso doloroso pero también reparador.
“Nosotros creemos a las mujeres porque sabemos que no ganan nada contando estas historias; al contrario, lo arriesgan todo”, explica. Para Marcos, escuchar, acompañar y evitar la revictimización son principios básicos en este tipo de investigaciones.
Consecuencias y cambios en el sector
La publicación de la investigación en El País tuvo repercusión inmediata. El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, anunció la creación de una oficina de asistencia a mujeres en el ámbito cultural. También en la gala de los Premios Goya se modificó el guion para incluir una referencia explícita a la violencia contra las mujeres en el audiovisual.
En lo cotidiano, muchas profesionales del sector reconocen que, tras la publicación, han percibido un ambiente algo más seguro en los rodajes y en los equipos de trabajo, con menos tolerancia hacia comentarios machistas o actitudes de acoso.
Una investigación abierta
Aunque ya se han destapado tres casos de directores, Marcos asegura que aún quedan muchas historias por contar. Los patrones, afirma, son similares a los que se repiten en otros sectores: abuso de poder, falta de consentimiento y dinámicas de silencio que perpetúan la violencia sexual.
