Trabajadores sociales urgen un cambio en la atención a los mayores tras el cierre de dos residencias por irregularidades
La Fiscalía ha abierto diligencias en ambos casos y el BNG pide el cese de la conselleira de Política Social
Igualdad investiga si un anciano sufrió quemaduras tras permanecer horas en la terraza de una residencia / sanjagrujic
Santiago de Compostela
El cierre, en apenas dos semanas, de dos residencias de ancianos vuelve a colocar el foco en el modelo de atención a los mayores, que tiende a la privatización. La Xunta se vio obligada a cerrar por graves deficiencias el centro de Amoeiro el pasado dos de octubre. La intervención de Inspección de Trabajo destapó una situación de desatención sanitaria y personal de los usuarios, así como irregularidades laborales. No han pasado ni 15 días y algo muy similar ha ocurrido en la Vivienda Comunitaria Residencial San Gabriel, en Xinzo de Limia, donde la sobreocupación estaba afectando a la calidad de la atención. La Fiscalía ha decidido intervenir también en este segundo caso y ha abierto diligencias preprocesales civiles, además de recabar los informes de inspección.
El Colexio de Traballo Social de Galicia relaciona estos problemas a la privatización de la atención a los mayores y un modelo que "está agotado". Por ello, los profesionales urgen un cambio para que esos cuidados no estén condicionados por la pura lógica empresarial. David Gontán, el coordinador del Colegio, apuesta por un modelo como el nórdico, pensado para grupos más pequeños y en los que la gente no se vea obligada a salir de su entorno.
La polémica ha marcado el debate en el Parlamento de Galicia. El BNG ha pedido el cese de la conselleira de Política Social, Fabiola García, durante la sesión de control al presidente de la Xunta. La líder del Bloque, Ana Pontón, aprovechaba su intervención para relatar las "condiciones deplorables" en las que se encontró a los mayores del centro de Amoeiro, donde había "ancianos desnutridos, sin bañarse y con las uñas sin cortar". Alfonso Rueda, por su parte ha defendido la actuación "con profesionalidad y rigor" del ejecutivo autonómico al conocer esas deficiencias.
En el caso de Amoeiro, una familia había presentado una denuncia tanto en la Consellería de Política Social como en el Concello. Inspección de Trabajo detectó graves deficiencias en los cuidados a los ancianos, así como en las instalaciones e irregularidades en la contratación. Esto llevó a la Fiscalía a abrir diligencias. También intervendrá en el caso de Xinzo, donde se constató un exceso de personas con un grado de dependencia mayor del que tenían autorizado y graves problemas de alimentación.
