Loa al legado agrario: Moeche reivindica su tradición con la Feira da Faba

Moeche

Porque no todo "van ser problemas", cuenta su alcaldesa, Beatriz Bascoy, el municipio de Moeche vive este sábado uno de sus días de fiesta, el de la novena edición de la Feira da Faba, que llena su pequeño mercado.

Con una firme tradición ligada al sector ganadero y con su feria del caballo cada 23 de abril como cita principal del año, la localidad saca pecho de su legado vinculado con el campo.

Subraya, además, el valor de un producto del que ya "non hai produción como hai sesenta ou setenta anos", pero que resiste en Ferrolterra.

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"Volve a feira", celebra la regidora, que resalta cómo en 2016 se recuperó el festejo en torno a un alimento que en esta jornada se degusta en sabrosos platos de fabada que elabora la entidad vecinal de la parroquia de Labacengos.

Bascoy tilda de "interesante", más allá del peso que las habas tengan ahora en los campos de la zona, que públicos como el "máis mozo saiba como era a comarca no tema agrario" no hace tantas décadas.

Además, incide en que el evento "axuda a dinamizar o recinto feiral e o mercado dos sábados", en el que se congregan puestos de la otra gran capital de este producto en Galicia, el municipio de Lourenzá.

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Las actividades se enfocan tanto a los adultos como a los más pequeños, para los que se proponen talleres como el de "debagado", la práctica encaminada a retirar los granos de esta herbácea.

Música y sorteos completan la programación, con la invitación a "quedar a xantar" cuando la cita eche el cierre, al filo de las tres de la tarde, en alguno de los locales hosteleros de Moeche, donde consta la celebración de ferias al menos desde el siglo XVII.

En ese mercado, revitalizado en la última década, se ofrece a los vecinos la posibilidad de acceder a un "produto de proximidade e de calidade" que, a veces, no llega con facilidad al interior, como el pescado.

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"Para un municipio rural é un éxito, dinamiza e axuda á economía dos produtores", reseña Beatriz Bascoy, que ya avanza como siguiente cita destacada el habitual mercado navideño.

También popular por su queso, Moeche recuerda así cómo los comerciantes de la vecina Asturias llegaban no hace tantos años a adquirir sus habas.

Un trasiego que ya motivó la celebración de una feria cada otoño, ahora recuperada para mayor gloria de un pasado agrario que aspira a renacer como alternativa económica.