Así puede ser el manual de supervivencia de un opositor
Hay técnicas que se pueden utilizar para reducir el estrés, los nervios y la sensación de inseguridad que se presenta a la hora de realizar las pruebas en las que se juegan su futuro profesional

Una joven estudia en su casa / Dougal Waters

Enfrentarse a una oposición suele ser un proceso en el que los y las aspirantes inician un camino, habitualmente largo, en el que son muchas las sensaciones y muchos los sentimientos que afloran durante todo ese tiempo. Desde la ilusión, la esperanza y el buen ánimo al estrés, nervios y la sensación de que uno no sabe absolutamente nada de lo que ha estado estudiando.
Por este motivo es importante que un opositor cuente con una motivación que le haga más fácil el camino y el sacrificio al que tiene que hacer frente en su día a día, ya que en muchos momentos resulta difícil compaginar la vida laboral y familiar con el estudio diario. Y es que en el caso de las oposiciones a algún cuerpo de docentes se suele dar el caso de que muchas personas están ya trabajando de interinos en algunos centros educativos por lo que por la mañana tienen que trabajar y, en su tiempo libre, dedicarse al estudio en cuerpo y alma.
La gestión emocional es algo fundamental para no decaer en el desánimo, la desesperación o en el pensamiento de que todo el esfuerzo va a ser en vano. Por este motivo, hay que saber localizar aquellas ideas negativas e intentar archivarlas en el fondo de la mente para que la angustia o la inseguridad hagan acto de presencia. Un opositor tiene que estar motivado, saber gestionar sus emociones y contar con técnicas de estudio que le faciliten el proceso.
Durante el proceso de estudio puede ser normal que todos esos factores de presión o nervios deriven en un estadio de ansiedad, más o menos intensa. Para evitar ese extremo, dentro de esa gestión emocional, los opositores pueden recurrir a técnicas de relajación que les permita reducir ese estado de inseguridad e incrementar la concentración.
¿Se puede preparar una oposición estudiando en cualquier sitio?
La respuesta es simple: no se puede estudiar en cualquier sitio. Esta es una de las máximas que sabe cualquier opositor. El entorno en el que va a estar tantas horas a lo largo del día es fundamental en la consecución de los objetivos académicos que se están buscando.
Es importantísimo tener en cuenta factores como el espacio en el que se va a estudiar como el despacho o habitación donde se va a estar tanto tiempo, la iluminación, la comodidad del espacio de trabajo (la silla, el tamaño de la mesa, la temperatura ambiental...).
El hábito de estudio potencia la memorización y favorece la motivación
Uno de los pilares del éxito en la preparación de una oposición está en el hábito de estudio ya que de esta forma el estudiante o la estudiante coge hace uso de una herramienta que le permitirá no ver el acto de estudiar como algo negativo y con posibilidad de rechazo. Saber aprovechar ese tiempo de estudio es otro de los factores a tener en cuenta. Durante las horas de estudio hay que ir analizando el contenido de la materia y desechar cualquier distracción mental que se pueda tener. En este punto es fundamental que la persona que está estudiando se vaya marcando objetivos sobre el temario al que tiene que hacer frente.
Ese hábito de estudio permite mejorar la memorización y si se ve que con el tiempo se consigue este objetivo, el refuerzo en el estudiante es positivo, con lo que este se ve mucho más motivado.
Prohibidas las distracciones
Para que el tiempo que se dedica a estudiar se pueda aprovechar lo máximo posible es fundamental la concentración y para ello no puede haber distracciones en el entorno ambiental como el ruido de una televisión, obras en edificios cercanos, tráfico... Algunas de estas cuestiones no dependen de uno mismo, pero afectan directamente a la concentración. Fara facilitar esa concentración, el descanso es una herramienta imprescindible, al igual que la alimentación o el ejercicio físico.
Otro aspecto que se debe tener en cuenta es la organización del tiempo de estudio, alternando horas de estudio con descansos para facilitar el rendimiento.
Un opositor o una opositora no debe esperar resultados a corto plazo ya que no se trata de una carrera de velocidad, sino de fondo, de rendimiento.
Técnicas de estudio (porque no todo son esquemas y resúmenes)
Es muy importante saber hacer uso de algunas técnicas de estudio que permitan a la persona que se está preparando las oposiciones mejorar su rendimiento. Dichas técnicas seguro que las ha utilizado mientras se estaba preparando el grado, como la lectura comprensiva inicial, el subrayado de las ideas fuerza del texto, el esquema con los aspectos más importantes del contenido o los resúmenes basados en esos esquemas.
Pero al margen de estas técnicas, es recomendable que se puedan realizar otras actividades que faciliten el poder enfrentarse al examen. En algunos casos son muchos los preparadores de oposiciones que recurren a simulacros de exámenes con el objetivo de que el opositor y opositora se haga una idea de cómo puede ser la prueba escrita.
Otras veces es recomendable recurrir a exposiciones orales, sobre todo para la segunda parte de la oposición, la que hace referencia a la defensa de la Programación Didáctica ante el tribunal. Esto hace que se pueda perder parte del miedo escénico que suele hacer acto de presencia en aquellas personas que no están acostumbradas para hablar en público.
Una técnica a la que también suelen recurrir algunas personas es grabar los temas para escucharlos en determinados momentos en los que no se dedica al estudio propiamente dicho. Esas grabaciones se pueden escuchar en el coche, mientras se está realizando algún tipo de ejercicio físico o se pasea por la calle. Hoy en día, con todos los dispositivos móviles y personales de los que se disponen, puede resultar muy fácil escuchar cualquier grabación en cualquier dispositivo digital.

Juanjo Asensio
Licenciado en Ciencias de la Información (Ciencias de la Imagen Visual y Auditiva) por la Politécnica...




