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Tanto el reparo como la láguena, actuaban como si de pociones mágicas se trataran.

El Garrancho en Hoy por hoy Cartagena, 02/12/2022

El Garrancho 02/12/2022

El Garrancho 02/12/2022

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Cartagena

El campo de Cartagena está repleto de peculiaridades en diversos aspectos, que nos distinguen de otros lugares y forman parte de nuestra cultura popular, como son la manera de hablar y determinadas expresiones o localismos, así como, la ingeniosa capacidad de apodar a cosas y personas.

1954.Manuel con 13 años de edad, ya era apodado: Barcoroto, por herencia de su abuelo paterno. / El Garrancho

En esta ocasión tenemos un exponente de esta idiosincrasia cartagenera a través de la voz de Manuel Albaladejo Aznar, más conocido como Manolo “Barcoroto”, apodo familiar heredado de su abuelo paterno Paco Albaladejo, al que no llegó a conocer, pero del que se sabe que se dedicaba a la venta ambulante de pescado por las poblaciones del oeste cartagenero y que fue el protagonista de la anécdota por la que pasó a ser apodado: Escuchar audio.

1957. Manolo Barcoroto, a los 16 años, con el carro y las burras con los que realizaba los transportes de materiales para la construcción. / El Garrancho

Manuel nació hace 81 años en Los Martínez, diseminado de viviendas de la Diputación de Los Puertos. Vino al mundo en la misma casa en la que vive en la actualidad, herencia de su abuela materna, construida como la gran mayoría, por aquella época, con los elementos naturales más próximos al entorno y con materiales vinculados al paisaje y su geología, tal y como nos cuenta a continuación, recordando los viajes que realizaba a las yeseras, ramblas y laguenetas, para cargar material de construcción con un carro y tres burras. Escuchar Audio

2022. Restos de un tradicional terrao de láguena en unas ruinas de viviendas tradicionales del oeste cartagenero, en el barranco del Cañarico de la Torre de Nicolás Pérez. / El Garrancho

El yeso y la tierra de rambla han sido materiales esenciales empleados en nuestra arquitectura rural, provenientes de la herencia árabe. Pero sin lugar a dudas la reina era la láguena. Esta tierra arcillosa, de diversos y llamativos colores, que resulta de la descomposición de las pizarras, está presente por toda la sierra litoral del oeste de Cartagena y ya en tiempos de los romanos se usaba para aislar e impermeabilizar las cubiertas planas y los hornos. Así hasta mediados del siglo pasado ha formado parte de nuestra historia, empleándose en la construcción del tradicional “terrao” de láguena en la mayoría de viviendas rurales de esta zona, como nos atestigua Manolo “Barcoroto”. Escuchar Audio

Pero no podemos olvidar que La Láguena, al igual que el reparo también son en Cartagena nombres con los que se denominan a bebidas de una mezcla de alcoholes, cuyo uso o invención suele atribuirse a los mineros, aunque diversos testimonios nos demuestran, que, en el ejercicio de los duros oficios manuales de antaño, muchos obreros tanto de la tierra, como del mar, las consumían. Entre ellos se encontraban Manuel y su padre. Escuchar Audio

2022. Vaso de láguena en el mostrador del bar de la pescadería, en el interior de la lonja del pescado de Santa Lucia en Cartagena, abierto desde 1961 y regentado actualmente por su cuarta generación: Carmen Martínez Risque. Este establecimiento está especializado en bebidas típicas cartageneras, envueltas en el aire de la mar. Abre desde las 3.15 de la madrugada para dar servicio a los trabajadores del mar durante todo el año, pero destaca el ambiente que se crea la noche del encuentro en Semana Santa, ya que, desde este lugar, al borde del mar efectúa su salida el Jesús Nazareno. / El Garrancho

No sabemos a ciencia cierta, ni cuando, ni quien, puso nombre por primera vez a estas bebidas. Quizás fuera un carretero el que, con la guasa cartagenera ante el hecho de efectuar varias paradas con el carro para tomarse un golpe, apodara la mezcla de vino viejo y coñac como “re paro”, o tal vez su nombre venga de la sensación de que al ingerirlo les ayudaba a reparar el cuerpo del cansancio. Al igual que quizás los trabajadores se tomaban una láguena camino de las laguenetas, apodando con ese nombre a la mezcla de anís dulce y vino viejo, ya que, al ingerirla los días fríos y lluviosos entraban en calor y parecían no mojarse, relacionándolo con su capacidad para impermeabilizar y aislar climáticamente. El caso es que tanto el reparo como la láguena, actuaban como si de pociones mágicas se trataran.

2022. La Lagueneta. Antigua cantera de láguena en la Diputación de Perín,. Hoy por hoy dentro del espacio natural protegido de la Cierra de la Muela, Cabo Tiñoso y Roldán. Oasis del secano Cartagenero y fuente de biodiversidad. / ALVARO LOPEZ HDEZ

En la actualidad todavía en algunos bares de la ciudad y del campo, se siguen ofreciendo estas típicas bebidas cartageneras.

Sin embargo, hace ya mucho tiempo, los “terraos” de láguena fueron sustituidos por tejas y otros materiales constructivos modernos, alejados de nuestro paisaje característico. Al igual que los imanes han reemplazado a la láguena para fijar al suelo los bolos en la mayoría de los carriles de juego, conescasas excepciones, como sucede en el Juego de bolos cartageneros: Diego Segovia Heredia, en la población de La Magdalena.

Hoy por hoy la lagueneta de la diputación de Perín se han transformado en un bello y pequeño oasis en mitad del secano cartagenero, porque nadie saca ya con cubos el agua de la lluvia. En sus aguas estancas, podemos tener la suerte de observar gallineta común, también conocida como polla de agua o anfibios del tipo del sapo corredor o la rana común croando, sobre todo en las noches y multitud de aves como: mochuelos y búhos reales entre las rapaces nocturnas; cernícalos, busardos ratoneros e incluso la presencia de águila real entre las rapaces diurnas; algunos de tamaño medio como la paloma torcaz y la emblemática chova piquirroja, que cría en las paredes de peñas blancas; pequeños paseriformes como el petirrojo, la tarabilla común o la cogujada común. También se puede observar la presencia de mamíferos tanto del tamaño de ratones de campo, conejos silvestres o el famoso lirón careto y hasta zorros y jabalíes buscando comida por las zonas cercanas a esta suerte de aguas, que afortunadamente se encuentran protegidas al estar situadas dentro del espacio natural de la sierra de la Muela, Cabo Tiñoso y Roldán.

2022. Manuel Albaladejo Aznar o Manolo Barcoroto, como ustedes prefieran llamarlo. / El Garrancho

Pero al mismo tiempo otra multitud de minas, caleras, yeseras y diversos vestigios arquitectónicos tradicionales se encuentran abandonados a su suerte. Sería muy positivo potenciar su recuperación y conservación para evitar su desaparición y olvido, porque también han sido escenarios de nuestra historia y son parte de nuestro rico patrimonio cultural material e inmaterial. Los animo a pasear por ellos y a descubrir el oeste de Cartagena.

Que tengan buen fin de semana, radioescuchas de la SER de Cartagena.

El Garrancho

 
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