Convertir el suelo de secano de la Región de Murcia en "sumidero de carbono" puede aportar 90 millones de euros a los agricultores
Es una de las conclusiones del proyecto LIFE AMDRYC4, desarrollado en los últimos cinco años en colaboración entre la UMU, COAG y la Comunidad Autónoma
Murcia
Mejorar el manejo de los suelos a la agricultura de secano puede traer beneficios que los conviertan en "sumideros de CO2", que atrapen este gas de efecto invernadero que pasa por ser el principal factor que contribuye al calentamiento global. De esta forma, además, se pondrían también medidas para frenar el avance del la desertificación en climas mediterráneos y también los agricultores de esas zonas obtendrían una compensación económica por la venta de "bonos de carbono".
Ése ha sido el objetivo del proyecto LIFE AMDRYC4 durante los últimos cinco años y al que hoy se le ha puesto una cifra concreta: con el número de hectáreas que hay en la Región de Murcia, si se hicieran las prácticas recomendadas, la agricultura de secano aportaría un valor anual de servicios ecosistémicos próximo a los 90 millones de euros, de ellos la mayor parte por su contribución a la mitigación del cambio climático y por ahorro de fertilizantes inorgánicos.
Lo ha explicado durante la presentación de las conclusiones finales del proyecto su coordinadora, Mª José Martínez, catedrática de la UMU, que ha colaborado en esta iniciativa con COAG y con el IMIDA, dependiente de la Comunidad Autónoma. "La creación de créditos de carbón es una forma de reducir el impacto de la agricultura en el medioambiente y el carbono se convierte en un bien valioso para los productores, que pueden tener ingresos adicionales", según Martínez.
En el marco de este proyecto se ha desarrollado una Guía Metodológica de cuantificación y modelización del carbono del suelo, se ha diseñado también un procedimiento para evaluar y cuantificar los servicios ecosistémicos, tanto ambientales como socioeconómicos y se ha creado una Calculadora de costes de inversión de las prácticas agrícolas para mitigación y adaptación.
El resultado es una valoración de servicios ecosistémicos en función del tipo de cultivo (almendro, olivo, cereal) y las prácticas agrícolas realizadas en cuatro fincas experimentales: en El Moralejo (Caravaca de la Cruz), Xiquena y Nogalte (Lorca) y en Corvera (Murcia). Así el total de suelos del proyecto, que llegan a 25 hectáreas, ha capturado como sumidero de carbono cerca de 500 toneladas de carbono por hectárea.
"Tenemos una herramienta sobre la mesa que ponemos a disposición del Gobierno de España, para que atendiendo a las últimas modificaciones legislativas que ha puesto en marcha Europa, pueda habilitar como una medida económica para el agricultor de secano esta herramienta", ha dicho el consejero Antonio Luengo. De esta forma, el agricultor de secano no sólo contribuye a luchar contra la desertificación con una mejor gestión de los suelos, sino que también puede recibir una compensación económicas con los objetivos medioambientales al os que está contribuyendo.
Lázaro Giménez
Periodista de la Cadena SER en la Región de Murcia