José Riquelme (AVITE) critica que para acceder a las ayudas para los afectados de la talidomida se les pide estar en un registro "que no existe en España"
La última reunión del Consejo de Ministros dio luz verde al decreto que aprobaba ayudas para 130 víctimas de este fármaco que provocó importantes malformaciones en los fetos
José Riquelme: "Mi madre murió sintiéndose culpable por los efectos que provocó en mi la Talidomida"
Murcia
La última reunión del Consejo de ministros daba luz verde al decreto que aprueba ayudas para 130 víctimas de la talidomida, según la evaluación hecha por el Instituto Carlos III de Madrid. Esta entidad sanitaria pública, evaluó a los afectados e hizo el censo y el protocolo para las ayudas, cuyo importe varía en función del grado de discapacidad contraído como consecuencia de la exposición al medicamento.
Así, por ejemplo, según los datos de Derechos Sociales, para una persona con un 33 % de discapacidad la ayuda ascenderá a 396.000 euros en un pago único, a razón de 12.000 euros por cada punto fijado en el protocolo y tal y como fue establecido en una disposición adicional de la Ley de Presupuestos Generales del Estado de 2018.
Pero los beneficiarios de estas ayudas se encuentran con un importante problema ya que para acceder a ellas tienen que aportar un certificado de inscripción en el Registro Estatal de Enfermedades Raras, un registro que no existe en nuestro país. Así nos lo ha contado el presidente de la Asociación de Víctimas de la Talidomida en España (AVITE), José Riquelme, quien ha estado en A vivir que son dos días con Javier del Pino.
Riquelme también criticaba que, según el Real Decreto por el que se apruebas estas ayudas, estas tributan por lo que luego tendrán que devolver a Hacienda la mitad del dinero recibido. Hasta la fecha, solo 24 víctimas habían recibido ayudas, un dinero que los beneficiarios también tendrán que devolver. El presidente de AVITE reconoce que ya es un hito que se reconozca que se vendió la talidomida en nuestro país hasta el año 1985.
La talidomida fue un fármaco que se comercializó en los años cincuenta y sesenta del siglo pasado como calmante de las náuseas en los primeros meses de embarazo y que provocó miles de casos de malformaciones en los fetos.
La principal malformación fue la focomelia, una anomalía congénita caracterizada por la carencia o excesiva cortedad de las extremidades.
El intento de reparar a las víctimas se enfrentó a serios problemas para determinar la relación de afectados por la talidomida y, por eso, para determinar las ayudas se han realizado más de 600 análisis complejos.