El SMS prevé crear un régimen sancionador para las agresiones a sanitarios

Murcia

El nuevo Plan de Prevención y Atención frente a agresiones a profesionales sanitarios del Servicio Murciano de Salud (SMS) prevé incorporar a lo largo de la legislatura un régimen sancionador para multar por aquellas agresiones que no llegan a ser castigables por la vía penal y que hasta ahora quedaban sin ningún tipo de consecuencia.

Así lo ha anunciado este lunes el consejero de Salud, Juan José Pedreño, durante la presentación del que es el segundo plan de prevención y atención, que ve la luz en el marco de la celebración mañana del Día Europeo contra las Agresiones a Profesionales Sanitarios.

Entre las principales novedades de este plan destaca la intención de establecer un régimen de sanciones administrativas para quienes comentan este tipo de agresiones, especialmente las que no son denunciables por la vía penal y no están tipificadas como delito, por lo que los agresores que las cometían venían quedando sin ningún tipo de responsabilidad.

Se trata de una medida a medio plazo, ya que se incluirá en la futura ley Sanitaria, que actualmente está en fase de elaboración técnica para sustituir a la actual, del año 1994, y que tendrá todavía que someterse a los informes de los diferentes agentes, a consulta pública y a la tramitación en la Asamblea Regional.

El objetivo, ha defendido el consejo, es que la norma esté lista a lo largo de esta legislatura.

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Otra de las medidas novedosas que contempla el plan es la posibilidad de cambiar de centro de salud dentro de su misma área sanitaria a aquellos agresores que actúen de manera reincidente.

Sería una medida a tomar después de las que ya están en vigor, como el envío de una “carta reprobativa”, y el cambio de médico o de enfermero.

El plan prevé también la contratación de vigilantes de seguridad para todos los centros de salud y hospitales, algo que está ya en marcha a falta solo de las contrataciones en el área de salud 7 que están en licitación, por lo que en este año 2024 todos los centros contarán con estos profesionales, y también algunos consultorios con alto nivel de conflictividad.

Asimismo, se instalarán cámaras de videovigilancia en las zonas comunes de los centros sanitarios, con el objetivo también de llegar a toda la red, y se ha agilizado el denominado “botón del pánico” al que tienen acceso todos los sanitarios desde su ordenador y cuya activación se ha agilizado colocando un icono en los escritorios para facilitar su acceso.

El plan prevé crear un registro informático de agresores también para facilitar la gestión en los casos en los que se solicite el cambio de profesional o el cambio de centro de salud.

Otra novedad es que, cuanto tenga lugar una agresión en un centro sanitario, cualquier persona “que conozca o haya presenciado los hechos” podrá denunciarlo, no solo el profesional afectado.

Establece asimismo el protocolo de atención al profesional agredido para la prestación de apoyo psicológico, sanitario o jurídico.

Pedreño ha subrayado que el protocolo recoge las formas de proceder ante agresiones físicas, pero también verbales o a través de las redes sociales y “la principal novedad es el planteamiento de que una agresión a un profesional sanitario es agresión a todo el sistema sanitario” y afecta a todo el centro, incluidos los usuarios, ya que un episodio violento genera interrupciones del servicio, retrasos en la atención e incluso bajas de los profesionales en los casos más graves.

En 2023 un total de 587 trabajadores sanitarios sufrieron 499 agresiones, siete más que en 2022, lo que marca una tendencia a la estabilización después de varios años en los que el número de agresiones había venido creciendo de manera significativa, según ha indicado el consejo.

Por eso, ha insistido en la importancia de seguir avanzando tanto en medidas preventivas como de sensibilización, porque el objetivo es la “tolerancia cero” ante cualquier tipo de agresión a sanitarios.