El punto de vista de Pity Alarcón: 'El camión del tapicero'

Murcia

No se ustedes, pero yo, que soy de pueblo y que cumplí, ya, algunos años, recuerdo casi con ternura aquellos afiladores que aparecían por las calles de las poblaciones tocando un instrumento de viento con el que avisaban de su llegada y que se llamaba Zampoña: al que los niños que tenían armónica intentaban imitar con mejores intenciones que acierto.

Y cuando yo llegue a Murcia, me encontré con que en el bonito y tranquilo barrio donde vivo, El Ranero, cuando un vecino fallece, el resto se entera porque sale a la calle un coche, con un altavoz, que informa del suceso, dando hasta los datos de su apodo.

Reconozco que soy una romántica, y que todas estas cosas que huelen a pasado me encantan, porque soy de las que piensan que las ciudades son el reflejo de su pasado. Y quizás es por esto que me ha llenado de zozobra la frialdad de unos policías locales que actúan en Patiño (seguro que son muy jóvenes y desconocen esto que les estoy contando), que de manera muy profesional, pero quizás poco empática con los que han de ganarse la vida de lugar en lugar, han multado al archiconocido y popular camión del tapicero, que recorría las calles de Patiño diciendo eso de "Atención señora, ha llegado a su ciudad el camión del tapicero”.

Pues bien, al parecer, este sonsonete puede perturbar la paz de los vecinos, o así lo entienden los policías que les han puesto la sanción.

Pues a mi, que quieren que les diga, abogo por policías que cumplan con su deber, si, pero con un poquito de mas sensibilidad, también.

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Pity Alarcón