La ballena avistada este fin de semana en la zona de La Manga-Cabo de Palos es un rorcual común

Cartagena

Son los más rezagados, al estilo de una carrera ciclista. Aquellos que han esperado al último momento para migrar. Es el caso de ese rorcual común que se ha hecho viral en nuestra redes sociales. Se trata de los últimos ejemplares en pasar por nuestras costas, algo que no "un hecho demasiado raro porque nosotros hemos visto ballenas en agosto, septiembre y octubre porque son como los rezagados - explica Antonio Méndez, miembro de una empresa de avistamiento de cetáceos en Mazarrón- Empiezan primero unos pocos a bajar, luego todos amontonados, como el pelotón en las vueltas ciclistas, y a partir de agosto van bajando uno o dos, la casualidad es que, en este caso se ha visto muy cerca de la costa". Y quizá, como señala este profesional que lleva más de 20 años avistando cetáceos, "lo que está pasando es que esa migración se está alargando un poco. Normalmente a partir del 20 de julio era raro ver estos animales pero ahora se están viendo incluso en agosto".

Méndez explica que la migración de estos gigantescos animales que llegan a pesar entre 60 y 70 toneladas tiene su punto álgido entre el 1 de junio y el 15 de julio, un fenómeno que está siendo estudiado en diferentes proyectos como el 'Portsound' en el que colaboran la Universidad Politécnica de Cartagena y Valencia, entre otras instituciones. Una ruta de miles de kilómetros que les lleva a rozar nuestras costas, "pasan por Catalunya, por Valencia, por Murcia, por Almería, por Málaga, hasta que vuelven al Estrecho de Gibraltar y se vuelven a ir al Atlántico". Esa cercanía se debe a que "hay años que por motivos oceanográficos, de corrientes y demás, pasan pegados a la costa. Lo puede ver alguien en kayak, alguien nadando, y claro, como son animales que si el mar está en calma se ve perfectamente el soplido y el lomo que tiene y es espectacular, así que la gente alucina".

Así que este avistamiento en la zona de LaManga-Cabo de Palos no es extraño, pero llama la atención porque ha llamado más la atención porque coincide con la mayor presencia de turistas y de población en general. Y si ustedes son de los afortunados que consigue ver a uno de estos magníficos ejemplares recuerde que existe una normativa para cetáceos "la mayoría de la gente no la conoce, pero la ley existe - explica Antonio Méndez - La gente particular no puede acercarse a menos de 300 metros de los animales. Y si alguna vez estamos bañándonos, haciendo esnórquel o un piragüista, no pasa nada porque el animal no hace absolutamente nada, nos va a esquivar y se va a ir por su lado, porque nos ve perfectamente y son totalmente inofensivos".

Se calcula, aunque no hay datos precisos, que unos 500 ejemplares pasan por nuestras aguas cada año.