La vendimia en las tres Denominaciones de Origen encara su recta final con una merma en la producción debido a la sequía y a los efectos del mosquito verde
En torno al 70% de las hectáreas vitivinícolas de la Región corresponden al municipio de Jumilla, donde las plantaciones de secano siguen perdiendo producción, pero manteniendo la calidad
Jumilla
La consejera de Agricultura, Ganadería y Agua de la Región de Murcia, Sara Rubira, ha visitado esta semana una finca localizada en el paraje Casa Boquera de Jumilla para conocer la recta final de la vendimia 2024 en la Región. Rubira, que ha estado ha acompañada por la alcaldesa, Seve González, y el concejal de Agricultura Antonio Pérez, ha destacado que “las tres denominaciones de origen de vino de la Región de Murcia concentran el 72% de la producción de uva Monastrell de toda España, una variedad que se ha convertido en uno de los signos de identidad de los vinos regionales”.
Desde el Gobierno regional también se ha indicado que este año, las empresas de la Región de Murcia han conseguido un total de 5,2 millones de euros en ayudas para trabajar en la promoción en terceros países, ya que en 2023 el valor de las exportaciones de vino llegó a superar los 157 millones de euros.
El concejal de Agricultura, Antonio Pérez, ha querido destacar la grave situación que está atravesando el viñedo de secano en Jumilla: “Hay una merma considerable con respecto al año pasado, y el año pasado ya hubo una merma considerable a lo que es una producción media en estos viñedos. A pesar de ello, la calidad sí que parece buena porque ha llovido en los meses donde está engordando el fruto”. Además, hay que sumar la aparición de una plaga denominada mosquito verde que a través de la hoja de la vid (pámpano) afecta al sarmiento absorbiendo la sabia dejando a los viñedos en una situación de estrés lo que hace que el grano de la uva no pueda coger el grado de azúcar necesario.
En esta misma línea, Pérez también ha explicado que: “El estado de los viñedos es lamentable, cuando se realice la poda, se van a quedar con un sarmiento muy pequeño para el año que viene, por lo que ya podemos adelantar que la próxima vendimia será más pobre de lo normal, aunque viniera un buen año en cuestiones climáticas”.
Según las previsiones de la Consejería, esta vendimia va a ofrecer unos datos muy parecidos a los de 2023 con una producción cercana a las 53.000 toneladas de uva de vinificación. La campaña está marcada por la sequía que sufren estos cultivos que está ofreciendo frutos de pequeño calibre, aunque con la calidad necesaria para la producción de los vinos regionales.
“La falta de lluvias está afectando al sector que se encuentra en una situación muy complicada. Por ello, desde el Gobierno regional este año se han destinado 1,9 millones de euros para apoyar estos cultivos a través de los programas de reconversión de viñedos y de cosecha en verde con las que los productores pueden seguir apostando por este cultivo”, concluyó Sara Rubira.