El incombustible Tomás Cerezo Pagán

Cartagena

Pero, esta vez, ha decidido bajar un escalón y no hará los 53 kilómetros de la prueba reina. Que, por otro lado, ya es un reto para cualquier persona. Este amante de las maratones empezó hace 40 años en la cita que antes se disputaba en Lorca, pero sus comienzo fueron en el Cross de Navidad, "porque quería moverme. Nunca me ha dolido nada y físicamente siempre he estado bien. De hecho, no he estado en el médico. El otro día, me tropecé haciendo ejercicio y me hice daño en la rodilla. La doctora de cabecera le dijo a mi mujer que fuera a urgencias del Rosell. Cuando llegué y me tomaron datos, las chicas se quedaron alucinadas porque no tenían historial mío hasta la fecha". La fortaleza física "debe venirme de familia", porque antes de correr media maratón, "decidí tirarme a la absoluta directamente en Lorca". Y, continúa, "la hice con un amigo, él lo dejó y yo seguí hasta el año 92. Cada vez que la corría iba bajando el tiempo". Desde entonces no ha parado de correr estas pruebas en nuestra Comarca, en nuestra Región, y en zonas próximas como Valencia: "Siempre das más de lo que tiene. Es como un veneno que llevas ahí dentro que te hace disfrutar y seguir corriendo".

Recuerda la primera vez que participó en la Ruta de las Fortalezas, "me faltaban días para cumplir los 65 años y decidí probar. Disfruté mucho". Desde entonces, no se ha perdido ninguna. Con este palmarés, el mejor consejo para los ruteros primerizos es que "no se preparen sólo tres meses de antes, que lo hagan durante todo el año".

Su secreto, hacer ejercicio regular y "comer, como lo que me prepara mi mujer: arroz y habichuelas, garbanzos... Hoy voy a comer arroz con coliflor y bacalao. No me he privado nunca de nada. Aunque ahora me cuido un poco, sobre todo, por las noches", asegura Tomás. Alimentación tradicional para "sentirme bien y hacer todos los sábados 20 kilómetros. Los lunes y miércoles reduzco a 10 kilómetros". "Mi mujer dice que siga, que como me ve bien", asegura Tomás con una sonrisa.

Uno de los principales atractivos de la Ruta que este año será este sábado 5 de abril es, sin duda, el paisaje: "Subes a Fajardo, Galeras... En cualquiera de las baterías las vistas son impresionantes". Aunque para él, uno de los momentos más felices es "cuando cruzo la meta con mis nietos. Tengo 8 nietas y 2 nietos".

Su yerno y su hijo también participan en la Ruta: "Antes mi hijo y yo, entrenábamos juntos, pero no podía seguirme - ríe -, pero ahora, cada uno sale a entrenar con su grupo de amigos".

¿Y el futuro? "Voy a correr sólo la Ruta de las Fortalezas. A ver si puedo hacerla algunos años más". No dudamos de que le quedan por delante todavía muchas ediciones a este cartagenero incombustible.