El calor extremo ya no es una excepción: expertos alertan del impacto de las noches tórridas en la Región
En Hoy por hoy Murcia, el catedrático Carmelo Conesa y el filósofo Juan Manuel Zaragoza analizan cómo el calor extremo está redefiniendo el entorno urbano y advierten de que el calor extremo no solo afecta al planeta, sino también a nuestra forma de vivir, de relacionarnos y de entender lo que significa ser humanos

Carmelo Conesa y Juan Manuel Zaragoza en Hoy por hoy Murcia
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Murcia
Las olas de calor son cada vez más frecuentes, intensas y prolongadas, y están dejando una huella preocupante en la Región de Murcia. Así lo han explicado este martes en Hoy por hoy Murcia el catedrático Carmelo Conesa García, experto en Geografía Física de la Universidad de Murcia, y el filósofo e investigador Juan Manuel Zaragoza, miembro del grupo ehCOLAB.
Ambos coinciden en que el aumento de las temperaturas no solo afecta al medio ambiente, sino también a la salud, la calidad de vida y la forma en que habitamos y diseñamos nuestras ciudades.
Noches tórridas y efecto isla de calor
Carmelo Conesa ha advertido que el fenómeno de las noches tórridas —aquellas en las que la temperatura no baja de los 25ºC— se está intensificando, especialmente en zonas costeras como Cartagena y Águilas, donde dormir se vuelve cada vez más difícil. En ciudades del interior como Murcia o Lorca, el calor se concentra sobre todo en las horas punta del día, agravado por el efecto isla de calor urbana.
"El calor extremo, la degradación ambiental y los cambios en nuestro entorno afectan no solo al planeta, sino también a nuestra forma de vivir y de relacionarnos”, ha señalado Conesa, quien coordina varios estudios sobre riesgos climáticos en la Región.
Derecho a espacios climáticos adaptados
Por su parte, Juan Manuel Zaragoza ha subrayado la necesidad de repensar nuestras ciudades desde una perspectiva ética y social. "Deberíamos legislar para reconocer el derecho a espacios climáticamente adaptados”, ha afirmado. Desde su trabajo en el grupo ehCOLAB —un espacio interdisciplinar que une a científicos, artistas y humanistas—, Zaragoza propone abordar la crisis ecosocial desde una mirada más amplia, que incluya la dimensión cultural y humana del cambio climático.
Ambos expertos coinciden en que es urgente adaptar el diseño urbano a esta nueva realidad. En este sentido, lamentan que el reciente plan de movilidad de Murcia no haya aprovechado la oportunidad para plantar más arbolado y generar zonas de sombra que ayuden a mitigar el calor.




