Prisión provisional para el hijo del comerciante fallecido en Molina de Segura como presunto autor de un delito de homicidio

MURCIA

El hijo del comerciante molinense que falleció tras una agresión ocurrida el pasado fin de semana ha ingresado en prisión provisional, comunicada y sin fianza, como presunto autor de un delito de homicidio, según ha decretado la magistrada de guardia de Molina de Segura.

Su hermana, también detenida el sábado junto a él, ha quedado en libertad provisional con la obligación de comparecer ante el juzgado cada quince días. Se le investiga por un presunto delito de omisión del deber de socorro.

El fallecido, Felipe Hernández, era un conocido comerciante de la localidad y propietario del establecimiento Tejidos Hernández, situado en la calle Mayor. Según fuentes judiciales, el pasado mes de junio había presentado una denuncia contra uno de sus hijos por el robo de un teléfono móvil, en la que también hacía constar la existencia de denuncias previas y solicitaba una orden de alejamiento.

El abogado del acusado, Pablo Martínez, ha declarado a EFE que su defendido ha reconocido haber golpeado a su padre, pero ha insistido en que no tuvo intención de causarle la muerte. “Fue un accidente desgraciado en el contexto de una discusión familiar. No hubo premeditación ni voluntad de hacer daño”, ha afirmado.

El Instituto de Medicina Legal ha entregado ya el informe preliminar de la autopsia, que no determina con claridad la causa del fallecimiento. No se descarta que la muerte pudiera deberse a un infarto provocado por la agitación del enfrentamiento, ya que la víctima padecía problemas cardíacos y llevaba implantado un marcapasos.

Según el abogado, las tensiones familiares eran frecuentes desde hace tiempo, motivadas por la gestión de bienes que el padre administraba y que pertenecen a sus hijos.

La investigación continúa abierta a la espera del informe definitivo de la autopsia y de nuevas diligencias judiciales.