“El astillero de Cartagena no se puede parar entre programas”: Sanjurjo, exdirector de Navantia
El almirante asegura que “cada botadura es un pedazo de vida profesional de quienes participan”

José Manuel Sanjurjo en Hoy por hoy Cartagena
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Cartagena
Cartagena se prepara para la puesta a flote del submarino S-82 Narciso Monturiol, un acto previsto para este viernes en el Arsenal, presidido por la ministra de Defensa, Margarita Robles. Aunque no supone aún la entrega oficial a la Armada, sí será la primera vez que la nave toque el agua, lo que convierte la cita en un momento clave para la ciudad y para Navantia.
En Hoy por Hoy Cartagena, José Manuel Sanjurjo, exdirector de Navantia en Cartagena e ingeniero de armas navales que lideró el programa de los submarinos S-80, ha recordado lo que supone este hito para la ciudad: “La botadura es un hito importantísimo para Cartagena. El segundo submarino en el agua, después de los esfuerzos que hemos pasado rediseñando el programa, es un motivo de orgullo que todo el mundo debe apreciar”.
Sanjurjo reconoce las dificultades de los primeros años del proyecto: “Subestimé la labor. Fue muy duro al principio, hubo que recuperar un diseño que tal y como estaba no era viable. Y además, iniciar la digitalización del astillero y subir la moral del personal, que no estaba en las mejores condiciones”. Aun así, "la plantilla fue excepcional, y sin ellos no hubiera sido posible echar adelante el rediseño”.
El exdirector recuerda que “con frecuencia se dice que esto fue un diseño de la Marina Americana. Ellos nos ayudaron, pero el rediseño lo hizo la plantilla del astillero”.
“El salto tecnológico llegará con el tercero y cuarto submarino"
Sobre el futuro, Sanjurjo defiende la importancia de dar continuidad a la actividad de Navantia en Cartagena: “Un astillero como el de Cartagena no se puede parar entre programas. Volver a arrancar es complicadísimo. Hay que ser inteligentes y programar los proyectos de manera que el astillero tenga siempre actividad”.
En cuanto a los nuevos modelos, señala que “los dos primeros submarinos son prácticamente iguales, pero el gran salto tecnológico llegará con el tercero y el cuarto, que incorporarán el sistema de propulsión AIP. Eso dará una ventaja operativa enorme, acercándolos en algunas características a un submarino nuclear”.
Respecto al proceso que arranca con la botadura del S-82, indica que tras la entrada en el agua comienza un largo calendario de pruebas en puerto y en mar: “Aquí no vale correr. Si hay que parar y reparar, se hace. En un submarino las pruebas tienen que ser con muchísimo rigor y paso a paso”.
“Cada botadura es un pedazo de vida profesional de quienes participan”
Sobre la vida a bordo y a los tripulantes: “Los submarinistas son de otra madera. Tienen que convivir en un espacio muy reducido y cualquier error puede poner en peligro a toda la dotación. Mi respeto por ellos es absoluto”.
Finalmente, confiesa que le dará cierta nostalgia no estar en la botadura: “Siempre es emocionante porque ahí va un pedazo de vida profesional de todos los que han participado”, y asegura que lo esencial es que Cartagena mantenga vivo su potencial industrial: “El astillero de Cartagena es el único que puede fabricar submarinos para España. Es un activo estratégico para la defensa nacional y debe ser una joya tecnológica para la ciudad y la región”.




