“No se ha suicidado, la han matado”: jóvenes de Cartagena reflexionan sobre el acoso escolar tras la tragedia de Sevilla
Estudiantes del IES Ben Arabí piden actuar ante el acoso escolar, “callarse también es ser cómplice”

“Los protocolos tienen que activarse antes”: jóvenes de Cartagena ante el acoso escolar
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Cartagena
La noticia del suicidio de una niña de 10 años en Sevilla, víctima de acoso escolar, ha conmocionado a toda España. En Cartagena, los alumnos del IES Ben Arabí lo han seguido con tristeza, “ha sido súper impactante ver cómo estas cosas pasan tan cerca. No es algo lejano; puede ocurrir en nuestro instituto, en nuestro entorno”, cuenta una de las alumnas, de 17 años. “Y es importante recalcar que esa chica no se ha muerto: se ha suicidado por los ataques que recibía en clase. El centro no hizo nada para evitarlo”.
Otra estudiante añade, “se habla mucho del bullying, pero todavía hay centros que se amparan en que ‘son cosas de niños’. No lo son. Cuando alguien empieza a sentirse mal durante tanto tiempo, ya no es un juego, es un problema serio y hay que actuar desde el primer momento”.
“A esta persona la han matado en vida”
Entre las voces jóvenes, una adolescente que cuenta “yo también sufrí acoso escolar. Mis compañeros a veces se hacían pasar por amigos y luego se reían de mí. Al final eso te deja un trauma. No quieres ir a clase, te inventas excusas para quedarte en casa porque sabes que allí te espera un infierno”.
Por suerte, ella logró salir gracias al apoyo de su familia. “Mi madre fue clave. Aunque cueste hablarlo, hay que hacerlo. Tu familia siempre te va a apoyar, y si no, tus amigos. Todo pasa, lo bueno y lo malo. Pero acabar con tu vida no es la solución”.
“Los protocolos tienen que activarse antes”
Los estudiantes reclaman una actuación más ágil por parte de los centros. “Si hay una mínima sospecha, hay que activar el protocolo. Si luego no es nada, mejor. Pero no se puede esperar”, defienden. También insisten en mirar al otro lado del problema. “A veces el acosador también está viviendo algo en su entorno, y esa es su manera de refugiarse. No está justificado, pero necesita ayuda para poder vivir en paz”.
“Callarse también es ser cómplice”
Los jóvenes apelan a la responsabilidad colectiva.“Si ves que alguien está pasándolo mal y no haces nada, también eres parte del problema. Callarse es ser cómplice. Hay que hablar, apoyar y acompañar”, afirma una de las alumnas.
Antes de terminar, quieren transmitir que "aunque estemos pasando por momentos difíciles, la vida es mucho más larga que un mal momento. Todo pasa. Acabar con tu vida nunca es la salida.”




