“No eres más guay por acosar a alguien”: los alumnos del IES Sierra Minera de La Unión alzan la voz contra el acoso escolar
Este jueves se celebra el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso en la Escuela, los estudiantes reflexionan sobre un problema que sigue muy presente en las aulas y reclaman más atención, empatía y protocolos efectivos

Entrevista alumnos IES Sierra Minera
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Cartagena
“Es un día para concienciarnos, porque hay mucha gente que lo sufre y que por culpa de eso cae en depresión, como el caso de Sandra Peña”, decía una alumno recordando a la joven cuyo suicidio ha vuelto a poner en el foco el problema del acoso escolar. “Veo muy bien que se celebre este día.”
Otros compañeros asienten. “Yo también lo he sufrido, hace tiempo, y lo pasé mal”, confiesa una estudiante. “Gracias a Dios ya se solucionó, pero aprendí que no te tiene que importar la opinión de los demás y que hay gente mala en el mundo. Si tú eres buena persona, tienes la conciencia tranquila.” El apoyo familiar y docente, coinciden, fue fundamental. “Mi madre habló con el centro y ya se solucionó todo.”
Los jóvenes del Sierra Minera lo tienen claro: falta respuesta real cuando alguien denuncia una situación de acoso. “A una persona que falta mucho a clase le expulsan, pero al que se mete con los demás no le hacen nada”, critica un alumno. “Al final, el que se cambia de colegio es el acosado, y eso está fatal.” “Debería ser al revés —añade otra—, que cambien al acosador, que tenga consecuencias.” Aunque reconocen que existen protocolos, la mayoría considera que no se aplican con la contundencia necesaria. “Muchas veces se nota que alguien lo está pasando mal, pero nadie dice nada por miedo. O por no parecer chivato.”
También son conscientes de que el acoso ya no termina cuando suena el timbre. “Antes te ibas a casa y el acoso se quedaba en el instituto. Ahora te acosan también por redes sociales, todo el rato”, explica una alumna. “Aunque no les hagas caso, siguen, hasta que te ven mal.” Otro compañero añade: “Siempre van en grupo, porque así se sienten más fuertes. Pero cuando van solos, pasan de ti.”
Los estudiantes coinciden en que la clave está en no callarse. “Si no puedes afrontarlo solo, pide ayuda a tus padres o a un profesor, pero no te calles”, subraya una alumna. “Y que no te dé miedo contarlo, porque si haces lo correcto, al final todo se soluciona.” También apelan a sus propios compañeros: “No eres más guay por acosar a una persona. Si ves que alguien lo está haciendo, no le sigas el rollo.”
Uno de los testimonios más duros nos lo contaba un alumno que sufrió burlas por su aspecto físico. “Un compañero de clase me decía cosas por mi estatura”, recuerda. “Mis padres hablaron con la tutora y se zanjó el tema, pero todavía me siento raro cuando lo veo. Es difícil olvidar algo así.” Su experiencia, como la de muchos otros, muestra cómo el acoso deja huella incluso cuando el tiempo pasa.
Otro compañero también nos confesaba que le apasionan los trenes y que también ha sido objeto de burlas por ello. “Me dicen que tengo problemas mentales por gustarme los trenes. A veces lloro en casa, porque me duele mucho. Pero mis padres me dicen que lo ignore.” Su historia despierta empatía entre el resto. “No entiendo por qué alguien se ríe de lo que te gusta —dice una compañera—. Si a ti no te gusta, no lo haces, pero no tienes derecho a humillar a otro por eso.”
“Esto no lo puede afrontar uno solo, hay que hacerlo entre todos”, resume una alumno. “Cuantos más te ayuden, mejor.” El mensaje de los jóvenes del IES Sierra Minera es claro: hablar, escuchar y actuar. Porque detrás de cada gesto, cada comentario o cada silencio puede haber alguien sufriendo. Y porque, como ellos mismos repiten con convicción, no hay nada más valiente que romper el miedo y pedir ayuda.

Teresa García Navarro
Licenciada en Filología Hispánica y en Periodismo. Más de 30 años ligada a la comunicación. Comenzó...




