El FC Cartagena Genuine, un vestuario que hace grande cada pequeño paso
Miguel, al frente del equipo, crece junto a una plantilla que ha hecho del respeto su identidad

El Cartagena Genuine, un vestuario que hace grande cada pequeño paso / SER

Cartagena
Miguel vive su segundo año al frente del Fútbol Club Cartagena Genuine con la sensación de que este equipo le está enseñando más de lo que él podría darles. Confiesa que “aprendo muchísimo de ellos y eso es lo que más me llevo” y que está “muy contento y agradecido por la oportunidad”. Habla con un orgullo sereno, ese que nace de la convivencia.
La Liga Genuine, con su formato de cuatro períodos de diez minutos y su sistema de puntos especiales, le ha sorprendido por su capacidad para hacer que “todos puedan disfrutar de la competición”. Para él, esta liga funciona como un espacio donde el deporte es también un lenguaje para entenderse, animarse y cuidarse.
El Cartagena Genuine destaca además en la clasificación de Fair Play, donde mantienen el pleno. Miguel insiste en que “el respeto va por delante de todo” y que este valor pesa tanto como un gol. Para él y para el grupo, esta clasificación es casi una brújula: indica si siguen caminando en la dirección que quieren.
Kiko, uno de los jugadores más activos, disfruta del trabajo físico porque le ayuda a “estar fuerte para los partidos”. Suele jugar en banda, y reconoce que hay días en los que se cansa porque “son muchos minutos”. Aun así, sonríe al contar que “nos llevamos todos bien”, porque compartir equipo, dice, también es compartir ánimo.
Apasionado del triatlón y del crossfit, Kiko aporta energía y ritmo. Miguel valora que “físicamente está muy bien y no es nada egoísta”, y aprovecha ese perfil para darle vuelo a la banda. El jugador todavía recuerda sus goles, y uno de ellos lo celebró y se dedicó a Miguel con un abrazo. Su entrenador revivía el momento en Radio Cartagena diciendo que “esos momentos lo son todo”, "hay veces que me abrazan hasta los 16 a la misma vez", dice entre risas.
Los viajes son una de las partes más vivas del equipo. Kiko asegura que le encantan. Miguel, en cambio, recuerda su primera sede con una sonrisa resignada: perdieron las maletas. Mientras él se bloqueaba, fueron sus propios jugadores quienes lo animaron asegurando que le dijeron “nos vamos a una tienda de ropa y lo solucionamos”. Reconoce que aquella situación le enseñó que “de todo se sale y que ellos también sostienen al cuerpo técnico y dan soluciones”.
El club cuenta con 27 jugadores, aunque sólo viajan 16 por concentración, y algunos ayudan a otros con pequeñas tareas del día a día, como Kiko. Para Miguel, esa solidaridad demuestra que “son un equipo dentro y fuera del campo”. La competición recorre sedes como Tarragona, Cádiz, Granada y Las Rozas, pero lo que realmente viaja es su manera de estar juntos.
En lo deportivo, Kiko recuerda que en la primera concentración ganaron a Osasuna, empataron con el Deportivo y perdieron con el Tenerife. Identifica al Rayo Vallecano y al Tenerife como rivales duros. Miguel, por su parte, destaca el nivel de la liga y se detiene una jugadora "increíble”, convencido de que podría jugar más arriba si asimilara conceptos tácticos más complejos.
El técnico reconoce que el equipo le está cambiando. Al principio le costaba adaptar sus explicaciones, pero celebra que los propios jugadores le paren a veces y le digan “no te entiendo”, porque le obligan a ajustar el mensaje y practicar la paciencia. Asegura que “trabajar con ellos es de las experiencias más bonitas” que ha tenido en el fútbol.
Entre las figuras más carismáticas del grupo está el capitán, apodado “el Abuelo”, que a sus 64 años sigue disfrutando del deporte pese a las limitaciones que le dejó un accidente en su juventud. Miguel admite que su historia le emocionó y que su presencia recuerda que la pasión no entiende de edades.
Kiko resume la filosofía del equipo con naturalidad: “el objetivo es disfrutar, hacerlo bien y si se gana, se gana, y si se pierde, se pierde”. Miguel coincide y añade que buscan aprender, mejorar y mantenerse arriba en Fair Play, una clasificación que sienten tan importante como cualquier resultado.
El Cartagena Genuine avanza así con un espíritu que mezcla esfuerzo, calma, humor y compañerismo. Una temporada que no se mide solo en goles, sino en cómo se acompañan unos a otros dentro y fuera del campo.

Teresa García Navarro
Licenciada en Filología Hispánica y en Periodismo. Más de 30 años ligada a la comunicación. Comenzó...




