"Si tú eres gorda, fea y con sida, te vas a morir sola": la dura realidad que enfrentó Verónica Sánchez
La activista de Los Alcázares relata su experiencia personal con el VIH, el maltrato y el estigma, y llama a visibilizarse para normalizar la vida de las personas seropositivas

Entrevista Verónica Sánchez, persona con VIH
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Cartagena
Verónica Sánchez, de Los Alcázares, sabe lo que significa vivir con VIH en primera persona. Hoy es activista de la asociación 'Vihsibles', pero su camino no ha sido fácil. “Dar visibilidad al VIH, que nos pongan cara, que sepan nuestros nombres, que vean que vivimos de forma normal, eso es lo que buscamos”, explica. Para Verónica, visibilizar esta enfermedad sigue siendo un reto por el estigma que arrastra: “Es de las enfermedades que más estigma tiene”.
Durante años, los médicos no lograban dar con el diagnóstico. “Me llegaron a decir que tenía astenia primaveral, que me tomara un multivitamínico, yo le decía a mi expareja que me estaba muriendo y nadie me hacía caso”, recuerda. La situación llegó a un extremo: “Se me paró el corazón, estaba en coma, y la primera persona que se enteró fue mi madre”. Además, su caso rompe con el perfil más común de las personas diagnosticadas: “Me detectaron en fase SIDA porque era mujer heterosexual, y a nadie se le ocurrió que podía tener VIH”, explica.
"No era consciente"
Su historia es dura. Contrajo el virus por un maltrato consciente de su expareja y fue diagnosticada en fase SIDA, en estado terminal. A la vez, luchaba contra un linfoma. “No era consciente de lo que era el VIH, estaba luchando contra el linfoma, y sólo cuatro años después empecé a asumir mi condición”, recuerda. Los primeros años fueron solitarios y llenos de miedo: “Al principio me sentí muy sola y muy perdida”.

“Si tú eres gorda fea y con sida te vas a morir sola” la dura realidad que enfrentó Verónica Sánchez / Verónica Sánchez

“Si tú eres gorda fea y con sida te vas a morir sola” la dura realidad que enfrentó Verónica Sánchez / Verónica Sánchez
Fue gracias a internet y a asociaciones, que comenzó a conocer a otras personas con VIH. “Conocí a mujeres activas en el mundo del VIH y dije: algún día tengo que hacer eso, coger el relevo generacional”, relata. Hoy, su experiencia sirve de ejemplo para otros: “Que nadie tenga miedo, que se visibilice, que se nos vea y se nos escuche, para dar normalidad a nuestra vida”, asegura.
Verónica también recuerda el impacto de los prejuicios y del maltrato que sufrió: “Mi expareja me decía que si era gorda, fea y con SIDA me iba a morir sola. Fueron tantas veces que me lo repetía que al final te lo crees”, explica. Aun así, logró salir adelante y construir una vida plena: trabaja como auxiliar de enfermería, mantiene su tratamiento bajo control y, en sus relaciones personales, siempre se muestra abierta y honesta. “Si tengo un interés o queremos crear una relación, siempre lo digo al principio”, cuenta, destacando que la sinceridad y la visibilidad son su ética personal.
"Que nadie muera así"
Además, su mensaje no se limita a quienes viven con VIH. Recordar a quienes murieron solos durante los primeros años de la epidemia es parte de su lucha: “Siempre recordarlos, siempre con cariño, y que nadie nunca más muera así, solo”, dice. Para Verónica, la clave está en acompañar, visibilizar y educar: “Que se nos vea, que nos escuchen, que hagamos mucho ruido, necesitamos normalidad y apoyo desde el primer día”.
Verónica Sánchez se ha convertido en un ejemplo de resiliencia y activismo. Su historia demuestra que, aunque el VIH sigue siendo una enfermedad con estigma, la información, la visibilidad y la valentía pueden cambiar la percepción social y dar voz a quienes durante años fueron silenciados.

Teresa García Navarro
Licenciada en Filología Hispánica y en Periodismo. Más de 30 años ligada a la comunicación. Comenzó...




