La gamba roja de Cartagena alcanzará los 140 euros el kilo esta Navidad

Cartagena

Los pescadores se preparan para ofrecer los productos más frescos del mar. Bartolomé Navarro, presidente de la Federación Murciana de Cofradías de Pescadores y de la Cofradía de Cartagena, analiza la situación actual del sector y adelanta qué se podrá encontrar en las mesas durante estas fechas tan señaladas.

Sobre la campaña navideña, Navarro reconoce que los precios no han respondido del todo a sus expectativas. “Ayer la gamba roja se pagó a 118, 120 euros, esperaba más. Hoy ya será muy caro, pero comparando con el año pasado, el precio es inferior”, explica. Entre los productos más demandados destacan la gamba roja, el rape, la gamba blanca, el camarón, la langosta y el chanquete, que abrió su temporada el 16 de diciembre y que, aunque su precio ha bajado respecto al año pasado, sigue siendo un plato estrella en nuestra comarca.

El presidente de la cofradía hace un llamamiento a restaurantes para acudir a la lonja de Cartagena y comprar directamente los productos del mar. “Si un restaurante compra gamba en la lonja, pagará unos 140 euros más el IVA y la comisión de la cofradía, mucho menos que los casi 200 euros que costaría después en una pescadería. Ahí se ahorra mucho dinero”, señala. Según Navarro, la experiencia de acudir a la subasta es única: “Comenzamos a las cinco y cuarto de la tarde y invitamos a quien quiera ver cómo los pescadores subastan los productos. Es una actividad abierta a la que invitamos a todos los cartageneros, transparente y muy enriquecedora para quienes valoran el origen del producto”.

En cuanto a los retos de cara a 2026, el presidente destaca la necesidad de ampliar los días de faena. “Lo ideal serían 170 o 180 días de pesca, pero para el año que viene sólo habrá 143. No es viable trabajar con menos, la flota pierde marineros y muchos barcos han tenido que bajar la bandera”, asegura. Explica que, aunque las paradas biológicas han ayudado a la recuperación del caladero —un 80% desde 2020 según estudios científicos—, la limitación de días sigue afectando la actividad económica de los pescadores y su capacidad de mantener la flota.

Bartolomé Navarro también aborda el reto de la falta de relevo generacional en la flota. “Los jóvenes españoles no quieren trabajar en barcos que permanecen parados cinco meses al año. Hoy más del 50% de los marineros son de Senegal, gente muy trabajadora y cualificada, porque la flota española ha ido disminuyendo. Esto nos preocupa mucho, porque la profesión tiene futuro si se regula de manera adecuada y se garantiza actividad suficiente”, explica.

Respecto a los productos navideños, Navarro da consejos prácticos para familias que quieren disfrutar de pescado y marisco de calidad sin gastar demasiado. “Para una familia de cuatro o cinco personas, compraría gamba congelada a 43 euros el kilo, dos kilos de almejas y mejillones. Así tengo producto para Nochebuena y Nochevieja sin gastar demasiado. El producto es igual de bueno que el fresco y mucho más económico”, asegura.

Para su propia mesa navideña, Bartolomé adelanta que habrá carabineros, ostras, gamba roja, camarón y mejillones. Reconoce que no es un experto en cocina, pero controla el producto. “Aunque no soy un gran chef, conozco el producto y puedo ayudar a que la mesa esté bien servida. Lo importante es la calidad y que las familias disfruten de lo que el mar nos ofrece”, comenta con humor.

La situación del sector pesquero en Cartagena refleja una realidad compleja: precios altos que benefician a los pescadores, pero limitaciones regulatorias y escasez de mano de obra que dificultan la sostenibilidad de la actividad. Navarro concluye que, con las medidas adecuadas y la posibilidad de trabajar suficiente, la pesca en Cartagena tiene un futuro prometedor. “No necesitamos subvenciones, queremos pescar, trabajar y mantener la tradición de nuestra comarca. Si podemos hacerlo, garantizamos producto fresco, empleo y un sector vivo para las generaciones futuras”, afirma.