Balance de la pandemia: cada 30 horas, un nuevo milmillonario; cada 33, casi un millón más de personas en la extrema pobreza
Oxfam denuncia el incremento de la desigualdad global, un retroceso en los avances que se venían produciendo desde 2020, derivado del aumento del coste de la vida y de la pandemia, que ha derivado en el mayor aumento de la pobreza extrema en 20 años.
Madrid
Tras dos décadas de convergencia económica entre los países de renta baja y los de renta alta, la pandemia, agravada por el alza de los precios de los alimentos y la energía, ha supuesto un retroceso en ese camino hacia la igualdad según apunta Oxfam en su último informe - “Beneficiarse del sufrimiento”- coincidiendo con el Foro de Davos, que vuelve a celebrarse en esta ocasión de forma presencial, tras dos años sin hacerlo debido a la pandemia.
Así, según recoge este informe, la lista de los milmillonarios se ha engrosado en los últimos dos años con la entrada de 573 personas más -una cada 33 hora- hasta un total de 2668 milmillonarios a nivel global, que poseen una riqueza conjunta de 12,7 billones de dólares, lo que supone un 13,9% del PIB global, tres veces más de lo que suponía a principios de siglo (4,4% del PIB global en 2020). Sin embargo, nos todos los sectores industriales se han beneficiado por igual de este incremento de la riqueza: las industrias de la alimentación, de la energía, las farmacéuticas y las tecnológicas han sido, según apunta Oxfam, las más beneficiadas.
Tan es así que, mientras los precios mundiales de los alimentos se dispararon un 33,6% durante el último año - y se prevé que aumenten un 23% en 2022- la riqueza de los mayores empresarios del sector se ha incrementado un 45% en los últimos dos años, sumando 382.000 millones de dólares. Una situación similar ha vivido la industria farmacéutica, que aporta 40 nuevos milmillonarios, o la de la energía, donde los principales empresarios del sector han incrementado su riqueza un 24% en los últimos dos años, coincidiendo con el encarecimiento del precio del crudo (un 53%) y del gas natural (un 148%). En el caso de las tecnológicas, recuerda Oxfam, cinco de las mayores entidades económicas del mundo –en que también se incluyen los propios países- pertenecen a este sector: Apple, Microsoft, Tesla, Amazon y Alphabet, que prácticamente duplicaron ingresos en 2021 respecto a 2019. Un sector al que pertenecen, de hecho, 7 de los 10 hombres más ricos del mundo. En conjunto, la riqueza de los milmillonarios se ha incrementado tanto en los últimos dos años como en los 23 anteriores. Un incremento de márgenes empresariales, apunta el informe, “en gran parte por las exorbitantes sumas que los Gobiernos han inyectado a la economía global”, medida “esencial para evitar un colapso económico total” reconoce la ONG, pero que ha provocado una mayor concentración de la riqueza.
Los perdedores de la crisis
La otra cara de la moneda es el 99% de la población mundial, que ha visto cómo su poder adquisitivo se reducía drásticamente a raíz del encarecimiento, precisamente, de productos tan básicos como los alimentos y la energía. De hecho, según cálculos de Oxfam, 263 millones de personas podrían terminar el año en situación de extrema pobreza, es decir, viviendo con menos de 1,9 dólares al día, lo que supondría un millón cada 30 horas. Y es que la pandemia ha conllevado pérdidas equivalentes a 125 millones de empleos a jornada completa y estima que, en la actual situación, una persona perteneciente a la mitad más pobre del planeta tendría que trabajar 112 años para ganar lo que una de las personas del 1% más rico del mundo gana en un año.
Una situación que perjudica especialmente, apuntan desde la ONG, a los países de renta baja, que con la pandemia han perdido una década de progresos, lo que se traduce, en estos casos, en elevadas dificultades para hacer frente a volúmenes de deuda que, en 2022, se estima en 43.000 millones de dólares, casi la mitad del costo de las importaciones de alimentos y gasto público en atención media en estos países. De hecho, el 60% de los países de renta baja se encuentra al borde del sobreendeudamiento.
Situación a la que solo se puede hacer frente, apuntan desde la ONG, a través de medidas fiscales redistributivas. “Lo que proponemos son medidas inmediatas que se puedan poner en marcha y que ayuden a amortiguar el impacto sobre los más vulnerables recuperando aquellos que más se han visto beneficiados. Estamos hablando de la imposición a riqueza, al patrimonio, estamos hablando el establecimiento de un impuesto extraordinario sobre los beneficios caídos del cielo de muchas de las empresas que se están beneficiando de esta situación. Hablamos de medidas fiscales que no solo que vienen avaladas por otros organismos como son el Fondo Monetario Internacional o la OCDE” apunta Íñigo Macías, Coordinador de Investigaciones en Oxfam Intermón.