Antonio Resines: "Lo que no me gustaría es que se repitiese esto, estábamos advertidos"

Antonio Resines, actor español y madridista confeso, ha pasado por 'El Larguero' de Manu Carreño para hablar de fútbol y de la previa de la final de la Champions del Real Madrid contra el Liverpool. Sin embargo, el ganador de un premio Goya por 'La niña de tus ojos' en 1998 también ha relatado cómo fueron los días en los que estuvo en coma por COVID. "Cuando acaba la historia me coge el jefe de la UCI del Hospital Gregorio Marañón y le pregunté que si había estado tan mal. Me dijo que estuve en un 97-95% de posibilidades de palmar", ha dicho.

El actor ha aplaudido el tratamiento ejemplar que ha tenido tras pasar 48 días días hospitalizado. "El seguimiento posterior, hay que decirlo publicamente, es magnífico. Otra cosa es cómo están los hospitales de aspecto, pero la gente que está trabajando ahí te echan una mano en rehabilitación, tratamiento psicológico... porque con lo que te dan te produce alucinaciones. Ha habido un seguimiento y un trato magnífico. Van a tu casa a hacer la rehabilitación a la gente que no puede desplazarse que era en mi caso que casi no podía moverme. Iba con tacatá", ha explicado. Resines, que ya se encuentra físicamente bien "después del palo del COVID", ha señalado que le costó la recuperación porque salió "prácticamente sin masa muscular". "He sido consciente de todo después. Estaba en un mundo extrañísimo de alucinaciones y delirios. Cuando acaba la historia me coge el jefe de la UCI del Gregorio Marañón y le pregunté que si había estado tan mal. Me dijo que estuve en un 97-95% de posibilidades de palmar. Entonces ahí se me quitaron las ganas de mirar a otro lado y estar de coña. Me puse a recuperarme. Es que no podía respirar", ha continuado.

"Pedí que me pegasen un tiro"

"Yo pedí que me pegasen un tiro. No sé si es el sitio para contarlo. Ahora estoy encantado de contarlo y reírnos, pero... cuando te mueres es que estás agotado, es que no puedes más. Eso pasa con 80, 90 o 15 años. Mejor con 90 que con 15. Hablando con otra gente, compañeros de la SER como Francino, hay momentos en los que prefieres que se acabe esa historia, ¿y cómo se acaba? Pues te mueres. Pero no eres consciente de todo, porque estás en situación de delirio. Cuando te despiertan y ya estás bien... lo que quieres es salir de ahí y no volver. Bueno a visitarles, sí", ha relatado Antonio Resines, que también ha aplaudido la adaptación que muchos médicos han tenido con la pandemia. "La gran diferencia con el arranque de la COVID es que ha habido gente que se ha preparado de una forma brutal, como lo de las vacunas que se ha hecho en tiempo récord, y hay gente que son auténticos especialistas sin aún saber muchas cosas. Si al cáncer se hubiese dedicado la cantidad de medios e información durante dos años seguidos... a lo mejor estaríamos hablando de otra cosa. Se está haciendo, pero de otra forma distinta", ha dicho.

Sobre si ve la vida de otra forma, Resines ha sido rotundo. "No, la veo igual —ha dicho— pero eres consciente de que hay determinadas ocasiones, que no son provocadas por tí, que hay que tener cuidado. A mí lo que no me gustaría es que se repitiese esto. Un accidente es otra cosa distinta, esto sí que estábamos advertidos. Yo me he hecho 163 PCRs en un año y medio. Cambiaba de trabajo en muchos sitios y era un control absoluto, y no hice nada malo para cogerme esta historia. Estaba vacunado, es verdad que no me había puesto la tercera porque me tocaba el domingo siguiente. Me había puesto todo, pero tuve mala suerte. Es verdad que en Navidades pasadas se contagió todo el mundo".

Las alucinaciones que Resines vivió

"Todos los días pensaba que estaba apunto de morir", es una de las frases que más repetía. "Pensaba que el alcalde Almeida era mi avalista", era otra. También compartía habitación con Adolfo, Benito y Paco y los vecinos de otra habitación eran Roosevelt y Churchill. "Eso era en mi otra realidad. Que me corrija algún médico, lo que pasa con esta historia es que vives en otra realidad y pasan unas cosas distintas. Estás tú y gente que conoces. Tiene que ver con cosas que has leído, visto... Técnicamente en el coma no sueñas, estás muerto, no pasa nada. Los 36 días de antes del coma y dos despertares que me hicieron para una traqueotomía, ahí mezclas la realidad con la ficción. Yo bajaba la mascarilla a mi mujer a ver si era ella porque no me fiaba, y todos los médicos eran de la cúpula de ETA", ha relatado. "Lo que hacen los médicos es mandar a la gente más cercana porque cuando estás volviendo te hacen regresar antes a la realidad. Mientras tanto sigues pensando... yo creía que todo lo de alrededor estaba lleno de ninjas. Con el Alcalde me pasó porque le había visto el fin de semana anterior con los Premios Forqué. Lo que me pasaba con él es que tenía puesto un chip y me pedían un rescate. Entonces el rescate era 12.000 millones de euros al mes y puse de avalista al Ayuntamiento de Madrid", ha sentenciado.