Arranca la EBAU 2022: por primera vez se podrá hacer la prueba con un suspenso si se cumplen unas condiciones
Los alumnos de La Rioja son los primeros en realizar los exámenes que mantienen la adaptación académica de la pandemia. En 2021 se batió el récord de aprobados, un 94%.
Madrid
Quique Martín ha empezado a darle fuerte esta semana: "Llevo cuatro horas y media y esta tarde me esperan otras cuatro horas". Quique está preparándose para la EBAU, la antigua Selectividad. En total alrededor de 250.000 estudiantes se enfrentan desde hoy a unas pruebas en las que la mayoría se juega la posibilidad de elegir la carrera universitaria que les gusta. Quique quiere hacer un grado en Turismo y necesita sacar un doce sobre catorce para conseguir entrar. Como muchos antes que él se lamenta tener que jugarse tanto en sólo unos días después de dos años de Bachillerato: "Se debería apostar más por la evaluación continua porque, al fin y al cabo, es el trabajo de dos años. Estamos hablando de seis puntos de catorce , que son los que tengo yo , hechos en dos años. Me juego ocho en sólo una semana. Se está valorando más esto, la EBAU, que los dos años anteriores".
Los estudiantes de La Rioja son los encargados este curso de abrir fuego en las pruebas: los exámenes se realizan allí desde el 1 al 3 de junio. En lo académico, la principal novedad es que se podrán presentar a las pruebas quienes hayan obtenido el título de Bachillerato con un suspenso cumpliendo determinadas condiciones. Quique, que se examina la semana que viene en la Comunidad Valenciana, duda que eso suponga una ventaja respecto a los que, como él, han superado todas las asignaturas: "Casi que estás perjudicando más que beneficiando porque si, por ejemplo, la asignatura que tiene suspendida es de las que obligatoriamente se tiene que presentar pues igual no le beneficia hacerlo cuando toca. Igual es más interesante aplazarlo. Yo conozco a alguien en esas circunstancias pero no sé si es un favor o una carga".
Un título con condiciones
El decreto que aprobó el Gobierno con los criterios para pasar de curso y titular, y que se aplica este final de curso por primera vez, establece las condiciones que debe tener el alumno de Bachillerato para obtener el título con un suspenso: la media de las notas tiene que superar el cinco, no ha podido tener faltas de asistencia injustificada y ha hecho todos los trabajos y exámenes. La decisión queda entonces en manos de los profesores quienes deben de estar de acuerdo en que el estudiante ha cumplido con los objetivos generales de la etapa. Moisés Alcaráz, profesor en un instituto público de Madrid, explica que con esta nueva norma se da amparo legal a lo que ya se hacía en los claustro: "Esto se ha hecho siempre. Lo que pasa que se ha hecho, por decirlo de alguna manera, al margen un poco de la ley. Al final que ocurría, si a un alumno le había quedado una era presión a ese profesor: venga apruébale...Siempre que los demás considerasen que era una signatura que no había abandonado, que era una materia a la que el chico no había llegado...Entonces se le aprobaba y se dejaba que fuera a la EBAU. Eso se ha hecho siempre".
Se mantiene el formato COVID
La prueba de acceso a la universidad mantiene el formato más flexible que se implantó al inicio de la pandemia: los alumnos pueden elegir entre ocho preguntas en lugar de tener que optar por un bloque A o B con cuatro preguntas cerradas. Desde que se puso en marcha este modelo se han disparado los aprobados: en 2021 se batió el récord con un 94%. El aumento de aprobados ha hecho subir también las notas de corte en las carreras más demandas.
El ministerio de Educación trabaja ya en el diseño de la nueva prueba para adaptarla a la ley educativa, la Lomloe, y a los contenidos curriculares. En principio, la idea es que el nuevo modelo se haga público antes del curso que viene para que los alumnos que empiecen bachillerato tengan claro la prueba que van a tener que hacer si deciden ir a la universidad.